Relaciones rebote o liana, ¿Qué son?

Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.

Una relación rebote o liana, es la que empleamos para sustituir el vacío que nos ha dejado la ruptura con nuestra anterior pareja. Viene de la mano de la expresión “un clavo saca a otro clavo”.

Encadenar una relación tras otra para evitar el sufrimiento por la ruptura anterior, es una forma de esquivar el proceso de duelo. Sin embargo, como decíamos en anteriores artículos, el proceso de duelo hay que pasarlo. Podemos vivirlo de distintas maneras, pero omitirlo, bloquearlo o cubrirlo con otras relaciones, solo hará que sea más profundo.

¿Qué características tienen las relaciones liana?

Este tipo de relaciones pueden ser variadas, ya que dependiendo de los miembros que las conforman serán de una forma u otra, pero existen factores que tienden a repetirse mucho entre ellas.

• Las relaciones liana inician tras una ruptura reciente.
• Todo empieza y se desarrolla de forma muy rápida e intensa: en poco tiempo ya se está hablando de presentar a las familias, viajar, vivir juntos, planes de futuro…
• Uno de los dos miembros habla mucho de su expareja, busca a la pareja actual para “desahogarse”.
• Existe un sentimiento de insatisfacción, como de no estar totalmente conectados.
• Involuntariamente, se busca que la nueva pareja se parezca al o a la ex, como si se necesitase continuar la misma historia, pero con otra persona.
• Efecto montaña rusa: a días sentirás ilusión y a días dudarás sobre tus propios sentimientos. Por ello, también cambiará tu conducta y confundirás a la otra persona.

¿Por qué tenemos relaciones rebote?

Cuando finalizamos una relación de pareja, es normal sentir un vacío. Nuestra pareja ocupaba un espacio físico y emocional para nosotrxs y ahora ya no está. Las relaciones liana surgen de la necesidad de volver a rellenar ese hueco lo antes posible, para así evitar verlo, y, sobre todo, sentirlo.

¿De dónde viene la necesidad de engancharnos a una relación tras otra?

Cuando alguien tiene la necesidad, de forma desesperada, de tener pareja constantemente, aunque eso suponga saltar de relación en relación, nos podemos encontrar con numerosas carencias afectivas.

A continuación, exponemos los motivos más comunes, pero hay que tener en cuenta que la mayoría (o todos) están estrictamente relacionados:

• La dependencia emocional: se define como un patrón persistente de carencias emocionales no cubiertas que deriva en una necesidad afectiva extrema hacia la pareja sentimental.
• Temor a la soledad: las personas saltan de relación en relación para no encontrarse con el enemigo, que es la soledad.
• Los mitos del amor romántico: la creencia de que, para ser feliz, es necesario tener pareja. Además, esta tiene que ser “tu media naranja”. Ante la decepción de que nadie es “tu mitad”, vas saltando de relación en relación, en busca de “la persona perfecta”.
• El tipo de apego ansioso: las personas con apego ansioso necesitan con desesperación tener a alguien a su lado, sufriendo mucho miedo al abandono.

¿Funcionan las relaciones rebote o liana?

Si al romper una relación, nos enganchamos automáticamente a la siguiente, estamos dejando muchas cosas por sanar, apartándolas y enviándolas al trastero. No hace falta estar en el mejor momento de nuestras vidas para iniciar una relación, pero es recomendable que heridas del pasado con otras parejas sí estén curadas.

Al estar acumulando procesos no resueltos y enganchándonos al “subidón” del principio, es probable que este tipo de relaciones no dure mucho. Suelen ser de corta duración (menos de un año), aunque intensas.

Esto sucede con la mayoría, pero no tiene por qué ser el final de todas las relaciones liana. Es probable que esta relación te ayude a sanar heridas del pasado y a reconstruir tu autoestima. Puede que evolucione y termine siendo algo sano y duradero.

¿Dónde está el problema de las relaciones rebote?

Una relación nueva puede llegar a tapar el vacío que dejó la anterior ruptura por una simple razón: el subidón y baile hormonal del inicio: la famosa y maravillosa fase de enamoramiento. Sabemos lo que supone iniciar una relación: nervios, ilusión, muchas ganas de estar con esa persona, atracción, estar todo el día enganchado al móvil hablando con nuestrx amadx, mariposas en el estómago… Todo esto, puede llegar a hacer que el dolor por la ruptura anterior pase desapercibido.

Pero… ¿Qué pasa cuando todo eso baja? Porque es evidente que no durará para siempre, la relación liana seguirá el curso natural de todas las demás. Cuando el subidón y el baile hormonal del principio, pegue el bajón (en realidad es, que se estabiliza de nuevo), saldrá a flote el dolor y el vacío que no nos permitimos sentir en aquel momento (ni en ninguno) Llegados a este punto, puede suceder que rompamos también con esta relación y nos enganchemos a una nueva que vuelva a aportarnos esa subida que tanto nos gusta y evade de sentir ese terrible vacío. Si hacemos esto, estaremos saltando de liana en liana para evitar tocar el suelo, de ahí el nombre de “relaciones liana”. Incluso nos podemos encontrar con personas (o nosotros mismos), que antes de finalizar una relación ya están allanando el terreno con la siguiente, para que el tiempo de separación entre una y otra sea el mínimo posible (o hasta inexistente).

Esperamos haberte ayudado con tu situación, o al menos, haberte enseñado un poquito sobre las relaciones rebote o relaciones liana. Puedes dejarnos aquí abajo tus dudas, comentarios y/o aportaciones para que las respondamos, ¡Nos encantará leerte!

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