Las rupturas y la sensación de fracaso

Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.

Cuando dejamos una relación con la que teníamos unas expectativas de futuro que encajaban con nuestro plan de vida, sentimos que hemos fracasado. Como si por haber roto, hubiésemos perdido el tiempo que duró la relación. Nos preguntamos por qué tenemos tan mala suerte y sentimos que nosotxs somos el problema o que nuestra media naranja anda perdida por vete a saber dónde. Vivimos una ruptura amorosa como si de un fracaso se tratara, como un: “pensé que era ESA persona, pero no, me he vuelto a equivocar”.

Además, tras cada ruptura, las personas de nuestro entorno nos dicen: “tranquilx, no era la persona adecuada”, “ya llegará”. Sin embargo, cuando conocemos a alguien nuevo, nos dicen: “a ver si es la persona definitiva ya, eh”.

¡Como si nuestra misión en la vida fuese encontrar a la pareja “definitiva”!

Esto sin contar con el enorme dolor y proceso de duelo que solemos vivir tras una ruptura.

Al acabar una relación de pareja…

Uno de los pensamientos con el que podemos encontrarnos es con el de: “no voy a encontrar a nadie igual”, como si nuestra vida amorosa dependiese de una única persona y esta fuera el único ser vivo en la tierra con la capacidad de enamorarnos. Sentimos que no conoceremos a alguien “mejor”, que no saldremos del pozo, que nos dolerá para siempre y que la confianza que teníamos con esa persona no volveremos a tenerla con nadie. Sentir esto es irracional, pero normal, el dolor nos nubla la visión y saber que todas las expectativas de futuro que teníamos con esa pareja no se cumplirán, es otro duelo que hay que pasar.

Pero… ¿Cuál es la realidad? La realidad es que conoceremos a muchísima gente, gente que nos gustará más, gente que nos gustará menos, pero nuestra vida amorosa no se acaba con esa ruptura, aunque lo parezca. La confianza que teníamos con nuestra ex pareja, la volveremos a tener con otra persona y volveremos a enamorarnos. Hay miles de millones de seres humanos en el mundo, no es posible que ese fuera el único “hecho para nosotrxs”.

Así que, recuerda que, aunque puede parecer que no, volverás a enamorarte. Volverán a quererte. Volverás a vivir experiencias preciosas, a divertirte, a viajar, a conocer, a descubrir… Duele mucho, pero la vida no se acaba aquí y tu vida amorosa tampoco. Paciencia.

¿Qué hacer tras una ruptura?

Tras una ruptura dolorosa, lo último que hay que hacer es meterse en otra relación, ¿Por qué? Porque debemos elaborar el proceso de duelo y si inmediatamente nos vinculamos de nuevo, tan solo estaremos tratando de tapar un agujero con el mítico “un clavo saca a otro clavo”. Enganchar una relación tras otra, huyendo (sin querer) de la soltería, es un síntoma de dependencia emocional.

Tras una ruptura, lo mejor que podemos hacer es:

• Alejarnos de nuestra ex pareja y de lo que nos recuerde a ella.
• No revisar sus redes sociales ni nada que nos mantenga al día de su vida.
• Analizar la relación, el motivo de la ruptura, lo que ha sucedido…
• Quedar con nuestras amistades, entretenernos, hacer cosas que nos diviertan…
• Volver a disfrutar de pasar tiempo en soledad, si es que dejamos de hacerlo a raíz de la relación de pareja.

Y, sobre todo, permitirnos estar mal, llorar, desahogarnos con personas de confianza y pasar el proceso de duelo. Es importante permitirse estar triste si el cuerpo lo necesita porque si bloqueamos las emociones que consideramos negativas, algún día podemos acabar estallando.

Y recuerda: una ruptura NO es un fracaso.

Ser solterx no es haber fracasado, que una relación no haya sido todo lo larga que nos habíamos imaginado no es un fracaso. Nos pasamos los días esperando a que llegue ya “el amor de nuestra vida” y sintiéndonos mal con la soltería como si no tener pareja fuese “llevar una mala racha”. Buscando a nuestra media naranja, pensando que quizá se ha nos ha perdido porque se ha liado con un limón. Besando muchas ranas y enfadándonos cuando vemos que no resultan ser el príncipe o princesa para quien estábamos predestinados.

Nos olvidamos de que el sentido de la vida no es llegar a la meta, sino disfrutar del camino. Olvidamos que una ruptura no es un fracaso, sino una relación que ha cumplido su función cuando tuvo que cumplirla y, que para bien o para mal, nos enseñó (excepto en relaciones de maltrato).

Quizá nos pasamos la vida cambiando de amores, personas con las que estaremos seis años, personas con las que estaremos cinco días ¿Qué tendría de malo vivir conociendo personas hasta el final de nuestros días, en lugar de elegir a una para siempre? Es igual de válido cambiar de pareja que mantener la misma toda la vida, estar de forma consensuada con varias personas personas a la vez, tener relaciones abiertas o decidir no estar con nadie nunca.

Aprendamos a apreciar a las personas que pasan por nuestra vida mientras están en ella y a respetar cuando llega el momento de que se vayan o de que haya que echarlas.

La clave es vivir haciendo lo que sientes, escuchando a tu cuerpo, empleando la razón, olvidando el ruido de fuera y evitando dañar a los demás en medida de lo posible. Si eso supone cambiar de pareja 30 veces, estar de forma consensuada con varias personas a la vez, no tener pareja nunca o enamorarte de una persona al día, esa es tu vida y está bien.

Esperamos que este artículo te haya ayudado, pero recuerda: estar triste tras una ruptura y sentir que nunca conocerás a nadie igual, es normal. Si este proceso se alarga o se te hace muy duro, no dudes en pedir ayuda profesional.