¿Cómo trabajar una relación de pareja para que sea sana?
Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.
Esa es la gran pregunta. Parece fácil de responder los primeros meses de relación, pero se complica a medida que van pasando los años. La rutina, la monotonía, los fallos, las manías, la confianza, el cúmulo de errores, el estrés, los cambios… En fin, la vida.
En la escuela nos enseñan a resolver ecuaciones, pero no discusiones; y es curioso porque la mayoría de personas no resolverán ecuaciones nunca más, pero todos nos enfrentaremos a diario a la resolución de conflictos. De hecho, la vida en sí trata de resolver problemas, pero ¿Cómo hacerlo bien si nunca nos han enseñado? Empleando la técnica del ensayo y error, por desgracia.
Pues hoy vamos a hablar de esto: cómo tener una relación sana y gestionar adecuadamente las discusiones.
El primer punto de todos es que debes estar segurx de que la persona que tienes al lado es la persona que quieres. En muchas ocasiones, creemos que hemos elegido a alguien como nuestra pareja, pero no es así; a esa persona no la elegimos nosotros, sino nuestra dependencia emocional. Nuestro miedo a la soledad y al rechazo elige por nosotrxs y, como es de esperar, no elige bien. Estamos con él/ella para no estar solxs y a la larga esto se acaba notando: no nos gusta, nos agobia, nos quejamos de todo lo que hace y dice, tratamos de cambiarlx…
Por lo tanto, el primer paso sería tener claro que queremos a esa persona. Para muchos parecerá fácil y evidente, pero algunas de las personas que estáis leyendo ahora mismo este artículo sabréis de lo que hablamos.
Otra cosa importante que tener en cuenta es que: da igual lo lejos que hayas llegado. Si es el camino incorrecto, vas a tener que dar la vuelta y cuanto antes la des, antes te encaminas adecuadamente.
¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que, en muchas ocasiones, la persona nos encanta hasta que pasan los años y la conocemos de verdad. Es ahí cuando nos damos cuenta de que quizá no era lo que queríamos, esperábamos o lo que nos gustaba. Es un verdadero “tierra trágame” porque ya hemos construido algo con esa persona y dejarlo no solo sería romper con la relación, sino que también romperíamos con las expectativas, los planes, el círculo de amistades y familiares, la vida juntxs… Un desastre, sí. Te planteas dejarlo, pero te haces preguntas sobre todo lo que tenéis en común… Y al final, no lo haces. No lo haces y mantienes una relación que no te hace feliz, perdiendo la oportunidad de estar solterx y disfrutar de ello o de conocer a alguien que sí sería afín a ti.
En resumen, que antes de implicarte en trabajar tu relación, debes asegurarte de que realmente quieres esa relación. Una vez conseguido esto, pasamos a la acción.
¿Qué cositas podemos ir haciendo para construir una relación sana?
Como pareja, desde un principio deberéis tener ciertas conversaciones y acuerdos para evitar futuros malentendidos. Estos pueden surgir de preguntas como las siguientes:
- ¿Qué tipo de relación buscáis?
- ¿Cuáles son las prioridades de cada uno?
- ¿Qué espera el uno del otro?
- ¿Qué planes de futuro tenéis?
- ¿Qué es para cada uno la infidelidad?
- ¿Cómo gestiona cada uno las discusiones?
- ¿Qué es innegociable e inamovible?
- ¿Cuáles son vuestros respectivos límites?
De estas preguntas irán surgiendo otras que también os ayudarán a haceros una idea de cómo sería (o será) la relación con la otra persona. Es una forma muy práctica de evitar malentendidos.
Por otro lado, es primordial aprender a ponerse límites a uno mismo/a, que no todo vale.
¿Cómo?
- Aprende a gestionar tu ira.
- Autocorrígete cuando veas que estás haciendo las cosas mal.
- No defiendas tu punto de vista cuando sabes que no tienes razón.
- Si estás muy enfadadx, házselo saber a tu pareja y practica el “tiempo fuera”: aléjate hasta que puedas hablar de la situación de una forma más calmada y coherente.
- Trata de expresar tus sentimientos de forma asertiva.
Y, como es evidente, así como te pones límites a ti mismx, también te irá bien poner límites a los demás. Debes tener muy claro lo que vas a permitir y lo que no en una relación. Además, deberás ser consecuente con las personas que crucen tus límites.
Otra de las cosas más importantes a tener en cuenta es que ambos deberéis aprender a gestionar discusiones. Os dejamos por aquí unos tips para empezar a ponerlo en práctica:
- Emplear una palabra de emergencia cuando la discusión se os va de las manos.
- Después de una discusión fuerte, practicad mucho el cuidado de la relación.
- Tened en cuenta en todo momento que debéis haceros el menor daño posible el uno al otro. Si uno hiere, lo adecuado es que el otro se lo haga saber y no que busque herir más por venganza. En una relación sana, la venganza no tiene cabida.
- Tras una discusión, formulad estas dos preguntas:
- ¿Qué podríamos haber hecho para que la discusión hubiese sido más leve o insignificante?
- ¿Qué podemos hacer para que esto no vuelva a suceder?
- Manual de instrucciones para las discusiones: sentaos juntos en una mesa y explicaos mutuamente cómo esperáis que el otro discuta con vosotros.
Finalmente, otro ingrediente fundamental para mantener una relación sana en la que los miembros son felices, es seguir dedicando ganas y tiempo a la pareja. No os olvidéis de tener citas, de deciros lo que os gusta el uno del otro, de besaros, de tener detalles…
¡Pero de esto ya hablaremos otro día! Si queréis saber más sobre cómo mantener la chispa en la relación, seguid por aquí y os traeremos un artículo al respecto.
¡Hasta pronto!
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