Sé el mejor amante para tu pareja y para ti mismo

lesbian couple in bed

A todo el mundo le gusta algo diferente y todos tenemos especialidades distintas, por lo que no resulta fácil decir qué es “un buen amante”. Pero hay una cosa que todos los buenos amantes sí tienen en común: un buen compañero de cama siempre antepone la necesidad y el placer de la otra persona. En este artículo compartimos algunos consejos que garantizarán que te conviertas en el mejor amante del mundo, ¡para tu(s) pareja(s) y para ti mismo!

¿Cuándo soy un buen compañero de cama?

A una persona le va lo duro y rudo, a otra lo tierno y amoroso. A una persona le da grima el dirty talk, mientras que otra lo necesita para ponerse a tono. Si lo miras así, el sexo es muy complicado y difícil, porque ¿cómo puedes saber lo que le gusta a la otra persona?

Puede ser que hayas tenido sexo con 20 personas y que a 19 de ellas les hayas parecido un gran dios o diosa del sexo, pero que tu pareja número 20 simplemente no parezca quedar complacida. ¡Eso no depende de ti! Este es un gran ejemplo de cómo cada cuerpo es distinto. Lo que funciona para una persona puede ser un gran matapasiones para otra. Por suerte, hay algunas cosas que siempre funcionan, así que las compartimos contigo.

“Algunos consejos siempre funcionan, ¡así que los compartimos contigo!”

Consejo 1: Pregunta qué le gusta a tu compañero de cama

¡La comunicación es y sigue siendo clave! Porque la única manera de saber realmente lo que piensa tu compañero de cama es preguntar. Vale, preguntar literalmente “¿qué te gusta?” puede resultar un poco aterrador para algunas personas, o tal vez tengas miedo de echar a perder el momento. Así que prueba a hacerlo de una manera sexy.

Algunas formas sexys de preguntar qué le gusta a la otra persona

  • ¿Cómo te gustaría que te lo haga? / ¿Cómo te gustaría hacérmelo?
  • ¿Quieres que te lo haga duro?
  • ¿Te gusta cuando te lo hago despacio y con cuidado?
  • ¿Te gusta cuando hago esto?

Además, la comunicación no verbal también dice mucho. Presta atención al lenguaje corporal de la persona que está contigo en la cama. Gemir más fuerte casi siempre es una buena señal. ¡Al igual que respirar más aceleradamente y decir palabrotas! ¡Oh, joder, sí!

¿No tienes miedo de un poco de feedback? Pues pídelo antes o durante el sexo. “¿Quieres explicarme lo que realmente te gusta?” O: “¿Puedes enseñarme cómo prefieres que te toquen o te masturben?” Se trata de preguntas completamente normales. ¡Es probable que la conversación comience seria, pero termine en una ardiente sesión de sexo!

Sé tu propio amante n.º 1

Del mismo modo que es importante saber lo que le gusta a tu pareja, ¡también es importante saber qué es lo que te gusta a ti! No solo para que (futuras) parejas sepan lo que te excita, sino también para satisfacerte al máximo. ¿Y cómo puedes averiguar qué hace que tu corazón lata más rápido y que tu sangre fluya con mayor rapidez? Exacto, ¡pues probando!

Por lo tanto, experimenta con técnicas nuevas, juguetes para ella y juguetes para él!

Consejo 2: Empieza con los preliminares antes de pasar a la cama

Quieres que tu pareja se sienta querida, deseada y atractiva. Entonces, ¿qué puedes hacer para asegurarte de que esto sea así? Pues muy fácil. Hazle un cumplido sincero cada día, sé generoso con tus abrazos, pellizca suavemente el trasero de tu pareja al pasar junto a ti y dile cuando tengas ganas de tener sexo. “Eh, cariño, ahora que te tengo aquí delante no me puedo creer que seas mi novia. Me muero de ganas de mimarte más tarde”. O: “Jo, eres tan increíblemente sexy cuando (…) ¡No veo la hora de volverte loca en la cama después!». ¡Por ejemplo!

Sé tu propio amante n.º 1

¿Preliminares contigo mismo? Pues claro que sí. Puedes ponerte a tono sutilmente durante todo el día hasta que por fin puedas dedicarte a ti mismo un poco de tiempo y masturbarte por la noche. ¿Cómo? Pues practicando sexting con alguien, por ejemplo. ¿Tienes a alguien que siempre sabe decir lo correcto? ¡Pues contáctale! Pero también puedes hacerlo la mar de bien tú solo, por ejemplo, piensa en momentos sexys de vez en cuando. Tu escena favorita de una película porno, esa celebridad de la que estás enamorado, ese colega sexy… ¡y deja volar tu imaginación! O lee o escucha una historia erótica a primera hora de la tarde. ¿Nos apostamos a que estarás caliente todo el día?

Consejo 3: ¡No seas egoísta!

Un buen compañero de cama antepone el placer de la otra persona. Alguien que solo piensa en sí mismo puede tener un cuerpo, un ritmo y una técnica perfectos… pero, sin la necesidad de complacer, nunca será un compañero de cama perfecto.

Así pues, ¿quieres conseguir que tu pareja disfrute de verdad? Pues asegúrate de que ese sea realmente tu objetivo principal. Y, por supuesto, eso no significa que tú no puedas pasártelo bien. ¡Al contrario! Ver a tu pareja retorcerse de placer te pondrá muy caliente.

“Sin la necesidad de complacer, nunca serás un compañero de cama perfecto”

¡Pero recuerda esto! Para que tu pareja disfrute al máximo, tú también debes disfrutar de verdad. Mmm, ahora la cosa se complica, ¿todavía nos sigues? En una sesión de sexo ideal, haces que tu pareja disfrute y tú también disfrutas. Ambos tenéis que estar completamente inmersos en el momento y ambos debéis quedar satisfechos.

Puedes satisfacer a tu pareja oralmente durante 45 minutos, pero si no te excita y tu cabeza no está donde tiene que estar, tu pareja no lo disfrutará al máximo. La gente se da cuenta de si la otra persona es sincera. Y también de si finge la excitación. En fin, para resumir esta historia tan larga y complicada: asegúrate de hacer disfrutar a tu pareja, pero no te olvides de disfrutar tú también☺️

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Consejo 4: Céntrate en algo más que el pene o la vagina

Quizá es un consejo muy lógico, pero a veces lo olvidamos. Si tú y tu pareja estáis teniendo sexo en la posición de perrito, ¿dónde están tus manos? Si eres el compañero penetrante, ¡tienes las dos manos libres! Así que puedes usarlas para sujetar o masajear las nalgas de tu pareja. También puedes usar tu pulgar para estimular el ano de tu pareja o inclinarte ligeramente para poder jugar con sus senos.

“¡Si tienes las manos libres, úsalas para explorar y mimar a tu pareja o a ti mismo!”

¿Necesitas aún más inspiración? Pues adelante: también puedes hacerle cosquillas/rascar la espalda de tu pareja con tus uñas muy suavemente o agarrarle el pelo con firmeza (si le gusta). ¡Pero el miembro de la pareja que es penetrado también puede hacer algo con las manos! ¡Ser penetrada por un hombre significa que puedes llegar a sus testículos y su perineo! Puede que tengas que moverte un poco para llegar hasta ahí, pero sin duda vale la pena.

Coge suavemente su escroto y apriétalo o tira de él ligeramente. O pon tus dedos en su perineo (la zona entre el escroto y el ano) y juega con distintos niveles de presión. ¿Qué apostamos a que le gusta? También puedes usar tus manos para jugar contigo misma. ¡Esta vista definitivamente hará que él llegue al clímax un poco más rápido!

Y, por supuesto, esto se aplica a muchas posiciones, ¿no? Si tienes una mano libre, utilízala para explorar y mimar todo el cuerpo de tu pareja.

Sé tu propio amante n.º 1

Sabes dónde está tu clítoris o tu glande. Sabes cómo llegar al orgasmo lo más rápido posible. Pero, ¿sabes qué otros lugares también pueden llevarte al clímax? ¿Tu respuesta es no? ¡Entonces deberías emprender un viaje de descubrimiento! ¡Descubre otras zonas erógenas, como el ano, los pezones, el cuello o los pies!

Consejo 5: Aumenta la tensión

Aumentar la tensión: un fenómeno bien conocido en las películas. La tensión se va acumulando de forma insoportablemente lenta hasta que ya casi no puedes soportarla, y entonces: ¡el clímax! Pues durante el sexo también debería ser así. No vayas directamente a tu objetivo, sino que ve aumentando la tensión. Por mucho que quieras sentir a tu pareja dentro de ti o a tu alrededor, cuanto más esperes, mayor será el deseo y más intenso el orgasmo.

Sé tu propio amante n.º 1

También puedes acumular la tensión durante la masturbación. No vayas rápido, tómate tu tiempo. Y cuando sientas que estás a punto de llegar al orgasmo, detente o continúa con menor intensidad para que la sensación se apacigüe. Esto también se llama edging, o la técnica de arranque y parada.

¿Qué consejo te ha convertido en la mejor pareja sexual de todos los tiempos?

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