Revisión Experta: Toytester habla sobre MyMagicWand

Reseña - Vibrador MyMagicWand

Menudo paquete que me llegó a través del cartero o el mensajero de DHL. Mi curiosidad no fue sino en aumento. En cuanto se fue la visita de casa, abrí la caja. ¡Me impresionó su tamaño nada más abrirla!  Ya había visto un anuncio de la varita mágica y sabía que era bastante grande, pero aún así me sorprendió el tamaño.

Sobre la caja

Lo que te llama enseguida la atención es el color verde brillante. El resto del aparato es blanco y no es que tenga una pinta precisamente sensual y provocativa. El cable de 3,5 metros está bien y es práctico. Enseguida comprobé lo que supone eso para el alcance y lo conecté a la toma que tengo debajo de la cama. Con lo largo que es el cable llega sin problemas hasta el centro de la cama.

Tengo un olfato bastante sensible y sé por experiencia propia que algunos juguetes huelen muy fuerte, pero la varita mágica es casi inodora. Para mí eso es una gran ventaja.
El siguiente «punto de inspección» es el funcionamiento: tiene tres botones sencillos, uno para apagar/encender el aparato, un botón + y un botón -. La única pega es que hay una pegatina básica en el panel de control y está torcida, algo de lo que me di cuenta nada más sacarla de la caja. Resulta un incordio y no tiene muy buena pinta, pero es fácil de arreglar: la quité y la volví a pegar bien. Se quedó perfectamente en el sitio.

Sí que me di cuenta de que la varita mágica pesa bastante. Es muy diferente del vibrador de 23 centímetros que tengo en la mesita de noche.  La encendí, la cogí con la mano y la vibración intensa del primer ajuste me dio una agradable sorpresa. Las vibraciones del segundo y tercer ajuste son mucho más fuertes y todo ello a 1 velocidad, sin interrupciones. Los siguientes ajustes tenían ritmos y vibraciones diferentes. Si lo comparo con las vibraciones de mi otro vibrador (un modelo recto que mide 23 centímetros) o con el vibrador tarzán, la verdad es que este es 5 veces más intenso.

En la práctica

La varita mágica pesa más, como he dicho. ¡Según la balanza, pesa 750 gramos! El mango es suave y fácil de sujetar. La punta de la varita mágica está hecha de un material blando, es decir, silicona. Los botones responden rápidamente y el cable es lo suficientemente largo como para no cruzarse, algo que noté enseguida.
El nivel de ruido es aceptable. Me esperaba más ruido de un juguete tan grande, pero no estuvo tan mal.

La punta de la varita mágica es grande, a diferencia de la mayoría de vibradores y eso marca una diferencia en la forma de sentir las vibraciones. Sientes la vibraciones por todas partes y eso resulta abrumador, pero te acostumbras rápidamente y enseguida quieres más. Al final, también me acabaron gustando las velocidades más altas, pero tuve que acostumbrarme. Normalmente me cuesta llegar al orgasmo y había oído hablar de que la varita mágica puede se una buena herramienta. Y ahora puedo decir que estoy totalmente de acuerdo con lo que se dice. Tuve tres orgasmos, el tercero tardé 1 minuto y esto no me había pasado nunca.

No lo puede evitar y también lo probé con mi novio. Me dijo que la varita mágica (con el ajuste más bajo) es una buena incorporación para los preliminares. La punta ancha de la varita mágica en el escroto y en el borde del glande le provoco el efecto que buscaba. También comprobamos si se puede utilizar durante la penetración y resultó ser una incorporación muy placentera a mi experiencia. En lo que a mí respecta, me lo quedo. Es grande, así que es difícil guardarla en la mesita de noche, aunque aún así vale la pena. ¡En general, le pongo un 9!