Problemas de erección

Socialmente la erótica de carácter masculino pone el foco en el pene, todo gira alrededor de cómo es, cómo funciona y su ejecución. Los problemas de erección son una de las cosas más consultadas en terapia ya que es un tema que está rodeado de mucho estigma y por consecuencia, que se relaciona con más cosas.

Descartando cositas

Antes de centrarme en las movidas relacionadas con la conducta, vamos a profundizar un pelín en las causas orgánicas.

Para descartar que el problema de erección venga dado por una causa médica, hay que tener en cuenta si el problema de erección se da siempre, es decir, no existen erecciones involuntarias y matutinas ( problemas de erección global)

Las erecciones involuntarias no pueden verse afectadas por algún problema psicológico ya que aparecen de  manera refleja, sin que nuestra conducta tenga nada que ver.

Otro punto que no se nos puede olvidar son las drogas como el alcohol, por ejemplo. Si se nos ha ido la mano con los chupitos de tequila y hemos acabado un poco Tinki-Winki puede ser un factor que influya en la erección.

El lenguaje y el sexo

La forma en la que hablamos de las cosas dice mucho de cómo las percibimos, y esto también sucede con los problemas sexuales. Si un hombre posee disfunción eréctil ya es tachado como “impotente” como su valor se basase en una respuesta fisiológica y en su pene.

Si un hombre posee disfunción eréctil ya es tachado como “impotente” como su valor se basase en una respuesta fisiológica y en su pene.

Cuando aprendemos un concepto lo hacemos a través de cómo hemos leído, escuchado o hablado sobre él, por tanto si llevan toda la vida diciéndonos que nuestro valor o nuestra “masculinidad” se encuentra en nuestro pene, ¿Qué va a ocurrir cuando este no funcione como nos han dicho que debe funcionar o cuando no lo haga en el momento preciso? Efectivamente, nos va a crear malestar.

La presión social aumenta los problemas de erección hasta el punto en el que muchas veces llega a ser el único motivo por el que ocurren.

El problema de la hipervigilancia

La erección está mediada por el Sistema Nervioso, concretamente el Sistema Nervioso Parasimpático que se encarga de mantenernos relajaditos para que todo esté en orden y disfrutemos. Pero, ¿Qué ocurre si estamos constantemente pensando en que todo tiene que ir bien? Que no nos relajamos y aquí irónicamente interviene el Sistema Simpático, que nos invita a que luchemos contra esto y nos raya la cabeza.

Al focalizar nuestra atención todo el tiempo en cómo se comporta nuestro pene y estar pendientes de que todo funcione como “debe ser” no estamos dando espacio al placer. Por muy paradójico que resulte, cuanto más piensas en conseguir una erección, menos probable será que aparezca.

Ansiedad y presión ¿Where ?

Sex Education no fue suficiente

Nos han convencido de que la parte más importante de las relaciones sexuales es el coito y existen cosas muy chulas y placenteras a parte de esto. Una de las causas más frecuentes de los problemas de erección es precisamente estar tan concentrado en que el pene siempre esté ready para todo, y es un error.

La clave está en aceptar que no siempre que se quiera se tendrán erecciones y eso es absolutamente normal.

No tienes que dar la talla siempre.

¿Ya no me atraes?

Sabemos identificar cuando tenemos una erección pero a veces nos confundimos con algunas cosas. En algunas situaciones se tiende a dudar de si el problema de erección viene dado porque la persona ya no nos atrae, pero no necesariamente tiene que ser así y probablemente estemos confundiendo excitación con deseo.

En algunas situaciones se tiende a dudar de si el problema de erección viene dado porque la persona ya no nos atrae, pero no necesariamente tiene que ser así.

Resumiendo mucho el deseo es eso que nos mueve a satisfacernos sexualmente y la excitación es la respuesta refleja y la que podemos percibir físicamente. De hecho, se puede sentir muchísimo deseo hacia una persona pero luego tener problemas de excitación ( aquí entraría la erección ).

La excitación puede darse sin deseo y el deseo se puede dar sin excitación.

Cosas que pueden ayudar

• Si la problemática ocurre en pareja, fomentar la comunicación es muy importante para sentirnos cómodos.
• Ejercicios de relajación.
• Normalizar y tener presente la posibilidad de que no se de la erección.
• Focalizarnos en otras partes del cuerpo y erotizar nuevas zonas.
• No centrar todas nuestras relaciones en el coito.
• Acudir a terapia sexológica en la que se pueden aplicar técnicas de relajación, focalización sensorial, entrenamiento de fantasías etc.

Cuanto más persigues algo que no depende de ti (aunque en este caso parezca que sí y que lo puedes controlar) más lejos estás de conseguirlo.

Julia Moreno.

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