¡Bajo la ducha te creas un verdadero momento de relax para ti! Quizás tengas hijos, pareja o familiares que están todo el día a tu alrededor, pero en el baño, por fin estás a solas. Probablemente, esta es una de las razones por las que a muchas mujeres les encanta masturbarte en la ducha. Aquí puedes disfrutar sin interrupciones y alcanzar un clímax espectacular.
Aprender a masturbarse
Muchas mujeres están entusiasmadísimas con la idea de masturbarse bajo la ducha, aunque a otras no les va tanto. A veces, algunas se ponen tan entusiastas con la alcachofa de la ducha que la experiencia puede resultar desagradable, o quizás no conocen todas las opciones disponibles. Hemos preparado los mejores consejos para que tú también puedas disfrutar del máximo relajamiento en tus momentos íntimos.
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1. La comodidad es lo primero
Seamos honestos, ¿cuántas veces te masturbas de pie? Casi nunca, ¿verdad? Entonces, ¿por qué seguir de pie bajo la ducha? Así que siéntate cómodamente. De esta manera podrás relajarte mucho mejor. Además, no necesitas ir directamente a tu vagina. Mímate dando un masaje a todo tu cuerpo con tu gel de ducha o exfoliante favorito, prestando especial atención a otras zonas erógenas como tu cuello, tus pechos y tus nalgas.
«Mímate masajeando todo tu cuerpo con tu gel de ducha favorito.»
2. Experimenta
No dirijas el chorro directamente a tu clítoris. Descubre qué es lo que más te gusta. Empieza manteniendo el chorro lejos, ¿quieres más estimulación? Acércalo poco a poco hacia tu clítoris. Como la alcachofa de la ducha tiene varios chorritos pequeños, puedes apuntar con precisión a tu punto más sensible mientras que la zona alrededor también recibe estimulación.
3. Juegos de temperatura
Anímate a variar con la temperatura. A algunos les encanta una ducha caliente, mientras que otros sienten mucho más con un chorro más fresco. También puedes cambiar la temperatura mientras te masturbas. ¡Pero cuidado con el agua demasiado caliente, ya que la piel de la vagina es delicada y sensible!
4. Creando figuras
Para algunas mujeres puede ser complicado alcanzar el clímax solo con el chorro de la ducha sobre el clítoris. Quizás sea porque mantienen el chorro en un solo punto. Intenta entonces mover el chorro de la ducha como normalmente mueves tus dedos. Ya sea arriba y abajo, de lado a lado, o haciendo pequeños círculos. De esta manera, recibirás una estimulación mucho más intensa.
«Haz con el chorro de la ducha el mismo movimiento que haces con tus dedos al masturbarte.»
5. Oferta combinada
¿Qué tal si solo con el chorro de la ducha no es suficiente? Pues, siempre puedes echar mano… o mejor dicho, manos. Si eres un poquito flexible, intenta sujetar la alcachofa de la ducha con los pies para tener las manos completamente libres. Por ejemplo, puedes introducir tus dedos en la vagina o el ano y con la otra mano acariciar tus senos. O también, puedes usar tus dedos para estimular tu clítoris mientras el chorro de agua masajea la entrada de tu vagina.
6. Sube, sube y sube
Más alto, un poco más, sí, todavía más alto… ¿Por qué limitarte a mimar solo tu vagina con la ducha? El chorro se siente increíblemente delicioso en tus pezones, en tu cuello, y si te gusta, puede ser muy erótico hacer cosquillas a las plantas de tus pies con el chorro mientras usas tu otra mano para masturbarte.
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Esto es lo que NO debes hacer
¡Gel de ducha! Por más que huela deliciosamente y se sienta suave, no uses gel de ducha en tus zonas íntimas. Puede alterar el pH natural de tu piel y causar irritaciones e incluso infecciones por hongos. Así que, mejor quédate sólo con el agua.
¿Qué te parece la idea de masturbarte en la ducha? ¿Tienes algún otro consejo? ¡Compártelos con nosotros en los comentarios!