¡La apasionante historia de los juguetes sexuales!

Hoy te vamos a contar la historia de los juguetes sexuales, y ya te avanzamos que es bastante interesante. ¡Y es que el primer objeto erótico data del año 33.000 antes de Cristo! ¿Tienes curiosidad por saber qué tienen que ver el aceite de oliva y los médicos con manos acalambradas con la historia de los juguetes sexuales? Pues sigue leyendo.

Hace mucho, mucho tiempo…

En el año 33.000 a. C., la gente ya estaba loca por el sexo en Alemania. Al menos, esto es lo que se piensa ahora, ya que el objeto de arte erótico más antiguo se encontró en dicho país. Se cree que era un símbolo de fertilidad y se llama la Venus de Hohle Fel, aunque parece un pene. ¡Qué cachondo, ¿no?! Un poco más tarde, pero todavía hace mucho tiempo, en el 28.000 a. C., nació el primer dildo. Era un objeto en forma de falo que medía unos 20 centímetros. Quizá lo hayas adivinado, pero también fue en Alemania.

En el año 350 a. C., Aristóteles escribió sobre el uso del aceite de oliva como lubricante. ¡Y en viejos burdeles de esa época se encontraron grandes vasijas de aceite de oliva!

Kamasutra, bolas de geisha y anillos para el pene

En el año 500 d. C., el filósofo indio Vatsyayana compiló el famoso libro Kamasutra. El Kamasutra no solo trata de posiciones sexuales, como se piensa a menudo. El libro contiene todo aquello que tiene que ver con el amor y las relaciones. También aborda distintos tipos de abrazos, besos, arañazos, mordiscos, golpecitos, suspiros, preliminares y juegos para después del sexo. ¿Y sabías que el Kamasutra no solo es para parejas heterosexuales? También se habla de posturas para personas del mismo sexo.

En torno a esta época también aparecieron las bolas de geisha japonesas, que eran utilizadas por mujeres para entrenar los músculos del suelo pélvico. Y unos 1000 años después surgieron los primeros anillos para el pene en China. Estos anillos para el pene estaban hechos de marfil, jade o… párpados de cabra.

“Los primeros anillos para el pene estaban hechos de marfil, jade o… párpados de cabra”

El siglo XVII, un periodo de histeria

En el siglo XVII empezaron a comercializarse las primeras versiones de muñecas sexuales. Y no, no se pueden comparar con los ejemplares realistas que se pueden encontrar hoy en día. Estas muñecas estaban hechas de trapos y ropas viejos y eran utilizadas sobre todo por marineros que tenían que pasar largas temporadas en el mar sin sus esposas.

En este siglo también apareció el predecesor del vibrador, ¡pero en aquel entonces no era un objeto sexual! Antes de poderte contar más al respecto, primero debes saber qué es la histeria.

¿¿Histeria??

Según Hipócrates, la histeria es “el flujo sanguíneo irregular entre el útero y el cerebro en las mujeres”. ‘Histeria’ se deriva de la palabra griega que significa útero: hystera. Más tarde, el médico griego Galeno y el psicólogo Sigmund Freud relacionaron la histeria con la privación sexual. Y se convirtió en el diagnóstico para mujeres que sufrían dolores inexplicables, depresión, excesos sexuales, ataques de ira o mujeres que simplemente tenían opiniones claras y propias.

“‘Histeria’ se deriva de la palabra griega que significa útero: hystera”.

Resultó que la enfermedad afectaba sobre todo a mujeres sin marido o viudas. Por lo tanto, las mujeres estaban sexualmente insatisfechas y sexualmente frustradas. ¡Pero había cura! El remedio era un masaje de suelo pélvico, ¡pero solo si lo daba un médico! Masturbarse se consideraba impuro y también extremadamente peligroso, ya que te podía dejar ciego (qué poca idea tenían…)

“Las mujeres que padecían histeria estaban sexualmente frustradas y, por lo tanto, sufrían dolores inexplicables, excesos sexuales y ataques de ira”.

El tratamiento solo tenía éxito cuando la mujer llegaba al orgasmo, así que se volvió muy popular. Una cuarta parte de las mujeres padecía la llamada histeria “crónica”. Como resultado, ¡las salas de espera de los médicos de cabecera estaban siempre llenas! Si quieres aprender más y reírte un poco, ve la película Hysteria de 2011.

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Los médicos tenían que ayudar a decenas de mujeres al día a alcanzar el clímax, así que ¡te podrás imaginar que sus manos empezaban a resentirse! De este modo, a mediados del siglo XIX apareció “el manipulador”: ¡un vibrador a vapor que facilitó mucho la vida a los médicos! No solo tenían que esforzarse menos, sino que las mujeres también llegaban al clímax de forma mucho más rápida. En 1902, surgieron los primeros vibradores eléctricos de uso personal. ¡Masturbarse ya no se consideraba peligroso, así que la gente podía complacerse sin pudor!

¡El primer sex shop!

No se puede negar: ¡los alemanes son los precursores en lo que respecta al sexo! En 1964, una mujer con garra, Beate Uhse, abrió el primer sex shop del mundo en Alemania. Fue todo un gran éxito y con el tiempo también abrió tiendas en Ámsterdam. Hoy en día todavía sigue siendo un nombre muy conocido en Alemania.

¿Conoces algún otro hecho divertido? ¡Pues compártelo en un comentario!