Relatos eróticos “Hotel Delicias” 12 – Rouze x Easytoys
Episodio 12: “Aventura española”
Indie lleva toda la semana ilusionada con su visita a Barcelona. La llamada de Sofía, una amiga de toda la vida, fue inesperada, pero en el momento perfecto. Sofía me dijo: “He oído cosas fantásticas sobre tu hotel. ¡Qué maravilla! Estoy en Barcelona, donde vive mi padre. Está reformando un hotel modernista precioso y busca a alguien que lo pueda gestionar. Inmediatamente pensé en ti. Si tienes tiempo, ¿te lo puedo enseñar?”.
Barcelona, es el lugar perfecto, cálido, soleado y bien lejos de todo lo que está pasando en el Hotel Delicias. Después de todo, las últimas semanas no habían sido agradables… La situación con Greg se había vuelto tan tensa, con todo el daño que le causó no sabe si podrá arreglarlo. Ella se siente arrepentida, triste y culpable. Todo al mismo tiempo. Tristeza por la pérdida de lo que había entre ellos un gran arrepentimiento y la despiadada culpa por haberse dejado llevar por su lujuria y no por su corazón. Cómo había podido ser tan tonta….
Así que cuando sonó su teléfono la semana pasada, le pareció la oportunidad perfecta para escaparse. Sin preocuparse de que Greg anduviera por ahí enfadado y dolido, sin preocuparse de buscar un sustituto para Simón y sin preocuparse de la fiesta de despedida que le está dejando organizar en el hotel la semana que viene. Tiene tantas esperanzas de que las cosas se arreglen entre ella y Greg, si no como amantes, al menos como compañeros. De una cosa está segura: sin su ayuda, nunca habría podido gestionar el Hotel Delicias tan bien como lo hace ahora ….
Indie aceptó la visita incluso antes de darse cuenta de lo que podía implicar. Lo de Sofía, fue hace mucho tiempo. Conoció a esa preciosa mujer en los años en los que iba de fiesta en fiesta, años que ahora quedaban muy lejos en la mente de Indie. Mitad holandesa, mitad española, reflexiva y fogosa al mismo tiempo. Indie aún recuerda exactamente los movimientos de manos que hacía para reforzar todas sus frases. Manos bonitas y pequeñas, cuyos movimientos tenían una gracia incomparable. También recuerda cómo Sofía se movía suavemente en la pista de baile, meciendo sus estrechas caderas de un lado a otro.
Decir “sí” a esta petición extraordinaria era una forma de huir, pero Indie no podía quitarse de la cabeza el enorme manojo de rizos de Sofía, y aquella boca suave y redonda que una vez se había apretado tan sedosamente contra la suya, en la calle, después de una de sus noches de fiesta. Indie nunca se había atrevido a invitarla a su casa… Pero, al parecer, Indie también seguía revoloteando por la cabeza de Sofía. Así que, sin pensárselo dos veces, compró un billete para el siguiente fin de semana.
El calor le pega a Indie. El verano parece diferente aquí, más húmedo, pero más caluroso. Camina hacia la Sala de Llegadas, donde Sofía la está esperando. Guauuu… En el momento en que Indie ve a Sofía, siente que su respiración se detiene por un momento. Ver a esta guapísima mujer hace que a Indie se le ruboricen en las mejillas. Los ojos brillantes mirándola inquisitivamente, un rostro bellamente modelado, grandes aros de oro en las orejas y sí… esa boca, tal como Indie la recordaba. Brillando atractiva por el pintalabios. A Indie le cuesta apartar la atención de esa boca tan bonita. Se abrazan. Le resulta inmediatamente familiar. “El sol te hace bien, iluminas la estancia”, exclama Indie. “La ilumino por el sol y porque vuelvo a tenerte a ti en mis brazos”, le responde Sofía.
Sofía coge la bolsa de Indie, la mete en el maletero de su viejo Seat Ibiza y juntas conducen al centro de la ciudad. Al entrar en el hotel, Indie recuerda la primera vez que entró en su propio hotel, tampoco hace tanto tiempo. Parece una eternidad. El edificio es precioso, de estilo modernista, con motivos vegetales y florales por todas partes, letras cursivas, vidrieras exuberantes, suelos de piedra y mucha carpintería elegante. De inmediato, se siente como en casa.
“Es increíble”, dice Indie, “lo mucho que este lugar me recuerda al Hotel Delicias…”
“¡Lo sabía!”, exclama Sofía. “Enseguida pensé en ti, te pega muchísimo. Ven, te llevaré directamente al lugar más bonito del hotel”.
Juntas suben por las escaleras de caracol hasta el último piso. El sol atraviesa las vidrieras en diferentes ángulos y la luz se refleja en las paredes por todas partes. Es un espectáculo increíble. Y… Indie no puede quitarse de la cabeza la idea de que Sofía no deja de dirigirle miradas furtivas. Sofía la observa de manera furtiva, antes de abrir la puerta en la parte más alta del edificio.
¿Estás lista?” le pregunta.
“Vamos”, dice Indie.
¡Una cama con dosel! Indie no se lo puede creer, todas las habitaciones tienen cama con dosel. Con preciosas y elegantes incrustaciones de madera, el dosel está decorado con una tela suave y translúcida con pequeñas lentejuelas entrelazadas, que, cuando la luz la ilumina de la forma correcta, hace que parezca que se están viendo las estrellas del cielo.
“Increíble”, vuelve a decir Indie. “Estas camas son exactamente lo que tenía en mente para el Hotel Delicias”.
“Sí, son espectaculares. El equipo de mi padre ha estado muy ocupado reformándolas. Ya casi hemos terminado. Lo único que nos falta es un toque femenino adicional, y algo me dice que tú podrías hacerlo como nadie…”, responde Sofía. Indie suspira. Siente calor en el pecho. ¿Sería esto…?
Indie se acerca a las grandes ventanas arqueadas y contempla la vista. Sofía se detiene junto a ella y le coge la mano. Se quedan así en silencio durante un tiempo. Entonces Sofía señala con sus manos aún entrelazadas la vista al fondo.
¿Es el mar?”, pregunta Indie con entusiasmo.
«Sí, absolutamente: es el mar”, dice Sofía.
Cuando Indie sube al avión de regreso a Ámsterdam tras un fin de semana lleno de impresiones, experimenta sentimientos encontrados. Siente un cosquilleo en el estómago. ¿Podría ser este el siguiente paso para el Hotel Delicias? Es un poco una locura. En lo relativo a todas las grandes decisiones que toma para su hotel, siempre se deja guiar por su intuición. ¿Y qué le dice su intuición en este momento? Significaría que trabajaría en estrecha colaboración con Sofía. Según piensa en Sofía, recuerda su preciosa boca. La boca que ella había apretado contra sus labios al despedirse, de nuevo con la suavidad de una mariposa. Ya no deja de darle vueltas a la cabeza. En ese momento Indie empieza a buscar en su bolso el antifaz para poder dormir. Pero en el bolso encuentra un pequeño paquete, que lleva una nota escrita a mano:
“No pensarías que te dejaría volver a casa con las manos vacías, ¿verdad? La próxima vez que vengas, tengo una sorpresa para nosotras. Besos. Sofía”. Indie abre el paquetito y ve un pequeño mando verde pistacho con cinco botones. Al cogerlo, se da cuenta de que es pequeño y ligero, y toca suavemente los botones. Encender; más fuerte; más suave; y dos botones para cambiar de modo…
La serie “Hotel Delicias” es una producción de la plataforma de audio erótico Rouze. Aviva tu imaginación y escucha (o lee) las historias en www.rouze.me. Esta serie fue creada en colaboración con Easytoys.
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