El consultorio de Esmi – Noviembre

Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.

Hace tiempo que tengo dolores al masturbarme introduciendo mis dedos o juguetes, siempre había pensado que era porque a veces lo intentaba para probar si me entraba sin dolor o no y no porque tuviese ganas, pero ahora que tengo pareja y sí que me apetece mucho tener relaciones o que él me masturbe introduciendo sus dedos, me duele. Me he informado y creo que tengo vaginismo o algo similar. Estoy haciendo ejercicios de Kegel, pero me gustaría saber más del tema porque no encuentro demasiada información.

El vaginismo es una afección en la que los músculos de la vagina se contraen de forma involuntaria. Esto provoca que la vagina se estreche y dificulte la penetración. Podemos darnos cuenta durante las relaciones sexuales, la introducción de un tampón, la masturbación o un examen ginecológico. Es uno de los motivos por los cuales podemos sentir dolor al intentar la penetración, pero no el único. Por ello, el diagnóstico de vaginismo lo debe hacer y tratar un profesional para valorar si realmente lo es (podemos confundirlo con otras patologías que también causan dolor durante las relaciones sexuales) y cuáles son sus causas, porque dependiendo del origen de la afección, el tratamiento puede variar. Así mismo, los ejercicios de Kegel también deben ser pautados y recomendados por un profesional (porque en ocasiones pueden ser contraproducentes, sobre todo si no nos han enseñado a hacerlos bien).

Mi recomendación es que acudas a un/a ginecólogo/a para que, tras estudiar bien tu situación, pueda descartar (o no) causas físicas y recomendarte a un psicólogo especializado en sexología clínica y/o un fisioterapeuta de suelo pélvico.

De todas formas, escribiré un artículo sobre el dolor durante las relaciones sexuales y lo publicaremos próximamente. Espero que pueda ayudarte, pero pide ayuda profesional (por fi).

Mi marido está sobrepasado por no poder ayudarme a estar menos triste por mi aborto y yo me fuerzo a mostrar que estoy mejor de lo que estoy para que él esté bien. Creo que estamos en un círculo vicioso de forzar una apariencia de fortaleza en el que ninguno puede sostener el malestar del otro. 

Primero de todo, quiero decir que siento muchísimo vuestra pérdida, comprendo que es una situación muy difícil y dolorosa.

Cuando nos quedamos embarazadas, esperamos unos meses a contarlo para estar seguras ¿Por qué? Porque cabe la posibilidad de perder al bebé y eso es un tema tabú. Nos explican que esto puede pasar, pero no cómo sobrellevarlo. Este silencio hace que sea muy difícil comunicar y vivir la pérdida de un bebé durante el embarazo. Nadie nos enseña a pasar el duelo por un aborto y eso lo hace mucho más duro.

Entiendo que tu pareja trate de protegerte de su malestar y tú hagas lo mismo con él: disimular el tuyo para evitar que esté peor. Además, se suma el “no saber cómo ayudar” en estos casos, pero te diré una cosa: no tenemos que saber hacerlo. Como he comentado antes: no nos enseñan. Lo primero de todo es la comunicación, que tengáis una conversación en la que se rompa este silencio incómodo y habléis abiertamente de cómo os sentís (en medida de lo posible). Cuando os hayáis abierto el uno al otro, os recomiendo que planteéis la posibilidad de acudir a un profesional. No tenéis por qué saber cómo hacerlo y aunque supierais, no tenéis por qué hacerlo solos. Hay especialistas en psicología perinatal que pueden ayudaros y os lo recomiendo mucho.

Un abrazo enorme.

Estuve con un chico que me dejó para volver con su ex de muy mala manera. Me pidió otra oportunidad, se la di y un día en una fiesta lo vi besándose con ella. Esa noche me cogió del cuello, no lo olvido. Por desgracia estoy enamorada de él. Hace una semana me dijo que quería estar conmigo, pero que ahora mismo no puede porque no está bien. Sin embargo, sigue hablando con su ex. Estoy hecha un lío porque no le olvido y me da mucho miedo verlo con ella este puente.

Lo primero que quiero decirte es que alguien que te es infiel, te engaña, juega contigo y te agrede físicamente, no es una persona que se vaya a convertir en lo que tú (y cualquier ser humano) necesita en una relación de pareja: confianza, RESPETO, seguridad, tranquilidad, cariño… Si inicias una relación con una persona así, con el tiempo vivirás sumida en la ansiedad de no saber si te quiere o no, de si mañana estará contigo o no, de si te engañará o no. También vivirás sumida en la confusión de si eso es una agresión o no, de si te lo merecías o no, de si has hecho algo para provocarlo o no. La respuesta siempre será que el problema es él y que nada justifica la violencia, pero cuanto más metida estés en esto, más difícil se te hará salir.

Este tipo de relaciones son como la marea: sube tan despacio que no te percatas y para cuando te quieres dar cuenta, estás con el agua al cuello. Ahí no es, porque lo que hoy es una agarrada del cuello o un empujón, mañana es un guantazo y pasado mañana, una paliza. ¡Eh! Y aunque no vaya a más y se quede “SOLO” en que un día te cogió del cuello, sigue siendo maltrato. Ahí no es, donde te han maltratado nunca será, cielo.

A veces olvidamos lo que realmente buscamos y merecemos en una relación porque conocemos a alguien, nos enamoramos de su parte buena y de la idea de lo que podríamos ser juntos, y omitimos totalmente que esa persona nos hace infelices. Desvincularnos de alguien que nos maltrata psicológicamente y, en este caso, también físicamente, es muy duro. Te recomiendo que les cuentes esto a las personas que te quieren y si no es suficiente, pidas ayuda profesional.

Recuerda que puedes dejarme tus consultas personales para que las resuelva (de forma anónima) en próximos artículos en el siguiente link: https://www.easytoys.es/mag/author/elizabeth-clapes/

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