Edging: retrasa tu orgasmo para mejorarlo

Edging

¿Te corres rápido y buscas tener más control sobre tus orgasmos? ¿O crees que ha llegado el momento de tener clímax más intensos? Entonces el edging puede ayudarte. El edging es una forma de controlar los orgasmos que puede beneficiarte enormemente. En este artículo te explicamos alguna que otra cosa sobre esta técnica.

¿Qué es el edging?

Con el edging lo que se busca es llegar al límite, de ahí el nombre (“edge” significa “borde” en inglés). En el edging se trata de descubrir tu cuerpo y tu orgasmo. Aprenderás hasta dónde puedes llegar, dónde está tu punto de no retorno (PNR) y cuándo debes detenerte para evitar alcanzar el orgasmo. En realidad, consiste en masturbarte sin correrte. Cuando sientas que el clímax se aproxima, detén la estimulación. Puedes hacerlo varias veces seguidas. Cuando finalmente te permitas llegar al clímax, este te resultará tremendamente satisfactorio.

Los beneficios del edging

  • Conoces mejor tu cuerpo
  • Conoces tu PNR
  • Es un método para conocer mejor a tu pareja
  • Adquieres más control sobre tus orgasmos
  • El orgasmo final es mucho más intenso

Cómo practicar el edging

En general, a las mujeres les resulta más fácil practicar el edging que a los hombres. A menos que seas una mujer que utiliza un juguete sexual, lo que también puede suponer todo un reto. ¿Te gustaría iniciarte en el edging? Pues lo mejor es empezar en solitario. De esta manera, tendrás el control total sobre la estimulación y tu orgasmo.

  1. Asegúrate de que nadie te moleste durante al menos media hora y de tener un lugar agradable donde puedas ocuparte de tus asuntos, como un dormitorio.
  2. Estimúlate hasta que estés excitado/a, para ello puedes usar un juguete o las manos.
  3. Sigue estimulándote (suavemente). Puedes hacerlo como estás acostumbrado/a, pero también puedes optar por no tocar los puntos más sensibles, por ejemplo. Este es el paso en el que conocerás tu PNR. En cuanto sientas que estás a punto de correrte, detén la estimulación. Busca siempre llegar al borde, pero detente antes de superarlo.
  4. Sigue así un tiempo. Ahora tienes dos opciones: puedes detenerte sin llegar al clímax o puedes permitirte correrte.

El edging como preliminares

El edging también es muy adecuado para utilizarlo como preliminares. Por ejemplo, puedes acordar con tu pareja que no podéis correros hasta que os volváis a ver. Esto resulta especialmente agradable si no os vais a ver durante unos días. Provocaos el uno al otro con mensajes excitantes, tocaos sin correros. Cuando os volváis a ver, ¡vuestros orgasmos serán maravillosamente intensos!

El edging durante el sexo

Pero también puedes recurrir al edging durante un buen acto sexual con tu pareja. Al retrasar tu orgasmo en varios momentos, el orgasmo final será mucho más intenso y placentero. ¡La práctica hace al maestro! Por ejemplo, al practicar en solitario con el edging, también puedes aplicar estas técnicas durante el sexo. ¿Alguna vez te corres demasiado rápido durante el sexo? Pues el edging puede ayudarte a conseguir que pase menos veces, porque sabrás cuándo tienes que detener la estimulación.

Productos para el edging

¿Ya conocías el término “edging”? ¿Te gusta?

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