Consultorio con la psicóloga Paula Durán

Son muchas las preguntas que nos rondan la cabeza al cabo del día. En mi tiempo de uso activo en Instagram como creadora de contenidos, he recibido varias consultas sobre temas concretos que, sin tener una valoración y análisis previo de la situación, han sido difíciles de atender.

El motivo de este artículo es acercarme un poco más a vosotros y poder solventar, en la medida de lo posible, algunas de las cuestiones que más curiosidad despiertan en nuestros lectores.

Hace unas semanas, junto a los compañeros de EasyToys, abrimos un cuadro de diálogo a través de una historia de Instagram para que pudierais plantear vuestras dudas. Desde aquí, intentaré ayudaros dando respuesta a las cuestiones que nos habéis planteado.

1. ¿Cómo sé si debo ir a terapia? 

Esta es una de las preguntas más frecuentes cuando abro caja para hablar con vosotros. Pues bien, lo cierto es que, desde el instante en que resuena en nuestra cabeza la posibilidad de iniciar un proceso terapéutico, ya es un buen momento.

A veces, pensamos que lo que nos está sucediendo no es suficiente, que tenemos que esperar a agotar todas las posibilidades antes de acudir a terapia, que ir al psicólogo es la última opción, o incluso que es sinónimo de haber perdido la batalla porque no hemos sido capaces de luchar solos. Por otro lado, también encontramos ciertas inseguridades como: «¿y si voy a terapia y realmente no me pasa nada o no lo necesito?», «seguro que mi psicólogo piensa que con todos los problemas que tiene la gente, estoy preocupado por una tontería», y un largo etcétera que actúan como barrera ante el poder de tomar la decisión de comenzar el proceso.

Me gustaría que supieras que:

✨ Un psicólogo nunca te va a juzgar ni a ti ni a tu decisión o motivo para venir a terapia.
✨ Iniciar un proceso terapéutico no es fácil.
✨ Cada persona necesita su tiempo y es fundamental respetarlo.
✨ Un proceso terapéutico tiene más probabilidades de éxito cuando no hay presión para realizarlo.

2. ¿Cómo evitar los pensamientos de que algo va mal y la desconfianza de que la relación se va a romper?

Es difícil responder a esta pregunta sin conocer la historia de la pareja. Lo primero que tenemos que valorar en este caso es la base que alimenta estos pensamientos:

✨ Puede que haya ocurrido algo durante la relación que esté aumentando esta desconfianza.
✨ Si existe o no una comunicación efectiva en la pareja.
✨ Si la relación se ha roto en alguna ocasión en el pasado.
✨ Otros antecedentes que puedan generar desconfianza, ya sea en esta relación actual o en una anterior.

“Los pensamientos de que algo va mal generan malestar e incertidumbre”

Por ejemplo, en el caso de los celos, la persona que los padece tiende a realizar conductas que buscan la confirmación de sus propias creencias, hecho que mantiene esta conducta y fomenta el malestar incluso cuando no existe una causa desencadenante real.

Una de las herramientas más utilizadas para evitar los pensamientos intrusivos es la «parada de pensamiento»🧠. Es una técnica muy fácil de utilizar y suele dar resultados positivos.

✨ En primer lugar, tenemos que identificar los pensamientos que nos causan malestar.
✨ Después, debemos establecer un gesto o una palabra para detener el pensamiento.

En el caso de la palabra podemos utilizar, por ejemplo: «STOP» y en el caso del gesto, siempre recomiendo colocar una goma elástica en la muñeca.

✨ Posteriormente, cuando nos venga ese pensamiento a la cabeza, que suele ser involuntario, debemos dar un pequeño latigazo en la muñeca.
✨ Por último, una vez que seamos realmente conscientes y hayamos identificado el pensamiento, deberemos cambiar el estímulo o realizar una tarea diferente a la que estábamos haciendo hasta ese momento.

“Con esta herramienta buscamos evitar centrar toda nuestra atención en estos pensamientos que nos generan tanto malestar”

Sin embargo, sería interesante poder comunicar a tu pareja de forma asertiva cómo te sientes y así poder identificar posibles soluciones entre los dos.

3. Soy muy celosa en mi relación, a veces no puedo controlarlo y me genera malestar.

Los celos surgen como consecuencia de la necesidad de poseer algo en exceso. Es una emoción sostenida por el pensamiento de una posible infidelidad, ya sea real o imaginaria

Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta emoción puede ser adaptativa o no adaptativa:

👉 De forma adaptativa: los celos surgirían para «proteger» la relación cuando la sentimos amenazada.
👉 De forma no adaptativa: continuamos con la necesidad de “proteger” la relación de forma constante, en este caso, ante estímulos que no son “peligrosos” para la misma.

Ante esto, es importante trabajar en base a la historia de vida de cada uno de los miembros de la pareja. Además, es necesario evaluar qué es lo que mantiene este comportamiento, si en el pasado ha habido algún comportamiento en la relación que la hubiera puesto en peligro, o simplemente, este pensamiento no tiene una causa desencadenante real.

4. ¿Es normal tener una relación «oculta» y sentirse culpable por ello?

Lo primero que tenemos que valorar es si el acuerdo de que la relación sea «oculta» es tomado por ambos miembros de la pareja, por uno de ellos, o si se ha estipulado así porque uno de los miembros de la pareja tiene otra relación pública.

“Cualquier relación que nos genere inseguridad o ambivalencia nos produce malestar o incertidumbre”

Ahora bien, se entiende que, si una de las partes desea mostrar su relación públicamente y seguir adelante, es porque tiene sentimientos dentro de la misma, por lo que es normal que genere incomodidad, duda o incluso incertidumbre cuando no recibimos lo mismo de la otra parte.

El sentimiento de culpa aparece como una sensación de no hacer algo congruente con nuestros valores o ideologías, por lo que, si esta relación te está generando este sentimiento, te invito a reflexionar sobre si realmente ambas partes van en la misma dirección o si se trata de una decisión que no ha sido consensuada por ambos.