¿Cómo saber si estás listx para una relación seria?

Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.

Lo primero es tener en cuenta que el amor llega cuando llega y no podemos elegir en qué momento de nuestra vida nos enamoramos. Puede que estemos pasando una mala racha, que acabemos de salir de una relación difícil, que no tuviéramos pensado tener una relación seria en estos momentos… Y, sin embargo, “esa persona” toca a la puerta y nos rompe todos los esquemas. No pasa nada, esto puede pasar ¿Qué vamos a hacerle? ¿Rechazar a alguien de quien nos hemos enamorado por no ser el momento adecuado? Pues quizá no, quizá ese camino no nos apetece.

No existe un oráculo al que preguntarle nuestras dudas y que nos pueda confirmar (o no) si lo que estamos haciendo tendrá un buen final, ojalá. Por mucho que intentemos hacer las cosas lo mejor posible, podemos meter la pata y acabar haciéndonos daños a nosotrxs y a los demás, aunque no queramos. Sin embargo, sí que existen algunos indicadores que pueden anticiparnos cómo parece que acabará el camino que estamos escogiendo.

Lo importante es identificar bien cuáles son los motivos por los que nos estamos embarcando en una nueva relación de pareja para evitar hacernos daño y hacer daño a la otra persona.

¿Cómo sé que NO estoy preparadx para una relación seria?

Antes de valorar cómo podemos saber si los motivos por los cuales iniciamos una relación seria son los adecuados, veamos qué indicadores pueden estar avisándonos de que no es momento de comprometernos.

Si te identificas con algunos de los puntos siguientes, es posible que no sea momento de que te embarques en una relación seria:

• Echas de menos a tu ex o es una persona a la que tienes muy presente. Ya sea porque la ruptura fue hace poco o porque te está costando mucho superarlo, si tu relación anterior aún te afecta de forma negativa y echas de menos a esa persona, quizá no sea el momento de comprometerte con alguien nuevo. Es importante elaborar el proceso de duelo (acudiendo a terapia si es necesario) para cerrar de forma sana las etapas. Si no, puede suceder que estés engañándote a ti mismx y como consecuencia, acabes haciendo daño a tu pareja actual. Es importante que no caigas en las relaciones liana.
• No te apetece, pero te acabas dejando llevar por la voluntad de la otra persona. Es importante preguntarse a unx mismx si lo que estamos haciendo es lo que realmente deseamos hacer. A veces, vemos a la otra persona tan ilusionada que nos acabamos adaptando a lo que esta desea sin preguntarnos si coincide con nuestros sentimientos.
• Tienes miedo a la soledad y la evitas a toda costa. En este contexto, cuando hablamos de “miedo a la soledad”, hacemos referencia al malestar que siente alguien ante la idea de no tener pareja, motivo por el cual, en muchas ocasiones, va saltando de una relación a otra en poco tiempo.
• Si solo buscas relaciones sexuales. Buscar únicamente relaciones sexuales está bien, pero es importante comunicárselo a la otra persona para que lo sepa y no se haga falsas ilusiones. Si no quieres comprometerte con alguien, házselo saber.
• Porque es “lo que se debe hacer”. Hemos crecido viendo como “vida ideal” el prototipo vital de “mamá, papá e hijos”, sin plantearnos que no tiene por qué ser a lo que aspira todo el mundo. Antes de embarcarnos en una relación de pareja, es importante que nos planteemos si realmente queremos ese compromiso o simplemente lo hacemos porque es lo habitual y lo que hace todo el mundo.

¿Cómo sé que SÍ estoy preparadx para una relación seria?

Lo primordial es repetir que no elegimos cuándo llega el amor porque puede llegar cuando menos lo esperamos, buscamos o incluso, queremos. Nos enamoramos y esto rompe todos nuestros esquemas. Más allá de la imprevisibilidad del amor, hay algunos indicadores que pueden ayudarnos a la hora de valorar si estamos preparados para una relación seria:

• Te apetece tener que comprometerte con esa persona porque sientes algo muy fuerte y tus sentimientos te empujan a formalizar la relación.
• Te sientes bien contigx mismx y estar con esa persona te hace feliz. La persona con la que elegimos compartir nuestro tiempo debe sumar, no restar. De lo contrario, siempre será mejor la soledad.
• Sabes poner límites y respetar los límites que te ponen los demás. Este es un punto muy importante para mantener relaciones sanas en las que no dañamos ni somos dañados.
• Te sabes hacer responsable de las dificultades de tu vida. El apoyo de una pareja puede ser de mucha ayuda e incluso, a veces, fundamental, pero es importante no cargar a la otra persona con nuestros problemas o malestar. Recordemos que es nuestra pareja, no nuestrx terapeuta.
• Estás dispuestx a respetar el concepto de fidelidad y las normas de la relación (siempre y cuando no atenten contra tu libertad individual). Es importante establecer los límites de la relación al inicio de esta.
• Has aprendido de tus relaciones pasadas (si has tenido) y no añoras a tu expareja.
• Estás dispuestx a compartir tu tiempo con la otra persona. Debes tener en cuenta que tener pareja supone una responsabilidad, no el simple hecho de decirlo. Una relación debe ser cuidada, respetada y querida por ambas partes, y esos supone dedicarle tiempo.

Si estás preparadx para una relación de pareja… ¡Adelante y a disfrutar! Y si no, también. Aprovecha la soltería como un momento de autoconocimiento y recuerda: tener pareja no es obligatorio ni necesario para tener una vida plena y feliz.

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