¿Cómo durar más en el sexo? Por qué, para qué y cómo

Escrito por nuestra sexóloga Arola Poch

“¿Tienes algún consejo para durar más en el sexo?” Si alguna vez has preguntado esto a alguna sexóloga, lo has buscado en google (cómo durar más en el sexo devuelve aproximadamente 12 millones de resultados) o no lo has hecho pero te interesa el tema, este artículo es para ti.

Durar más es una preocupación frecuente. En algunas personas porque se autodiagnostican como “precoces”, en otras porque piensan que más tiempo es sinónimo de mejor. Sea un caso o el otro, vamos a ver el punto de vista positivo: quieren mejorar su desempeño y eso está muy bien. El punto negativo o, mejor dicho, la mala noticia, es que seguramente así no lo van a conseguir.

El concepto “eyaculación precoz” es algo confuso. ¿Cuánto es correrse muy rápido? Si preguntáramos a diferentes personas seguro darían diferentes respuestas. La oficial, cuando sí se considera que se ha corrido (correr de velocidad) de más, es en menos de 1 ,5 minutos de penetración. El promedio está entre 3 y 6 minutos, insisto, de penetración, no de la duración total del encuentro sexual. Quizás con estos datos alguno haya dejado de considerar que va muy rápido.

La oficial, cuando sí se considera que se ha corrido (correr de velocidad) de más, es en menos de 1,5 minutos de penetración.

Puesta la duración en perspectiva, el verdadero quid de la cuestión es la insatisfacción. Porque a lo mejor alguien dura 2 minutos y está más que contento y otra persona dura 8 y no lo está. Lo importante no es durar más o menos, sino cómo de satisfecho se está cuando se acaba. En muchos casos hay que trabajar en el placer más que en el tiempo.

Durar más para que la pareja llegue al orgasmo

A veces la preocupación se centra en que la pareja no llega al orgasmo y entonces se piensa que la cuestión está en la duración. Esto pasa habitualmente en parejas heterosexuales, porque el mito dice que las mujeres son más lentas que los hombres (spoiler: no tiene por qué ser así, depende del momento, la estimulación y otros factores). La intención es buena pero la estrategia no lo es.

No por repetir lo mismo mucho tiempo se va a llegar al orgasmo. Si esa práctica, la penetración en este caso, no proporciona un estimulación intensa (y en muchas mujeres es así porque el centro de placer, oh sí, está en el clítoris), no se va a conseguir el clímax. La estrategia, por lo tanto, pasará por buscar el camino que le permita llegar al orgasmo a la pareja. Y si es la penetración, entonces a lo mejor sí habrá que trabajar más en ella, pero no hay que dar por hecho que por durar más se va a solucionar.

Esto también aplica cuando el objetivo es disfrutar y hacer disfrutar más. No por repetir y repetir y repetir embestidas se van a conseguir más orgasmos. Y tampoco por durar más, el encuentro va a ser más satisfactorio. A veces demasiada penetración puede resultar monótona y aburrida.

Ahora sí, consejos para durar más

Si a pesar de poner las cosas en perspectiva crees que necesitas durar más, se puede trabajar en ello.

La eyaculación se produce tras un tiempo de estimulación en la que el placer y la tensión acumulada van aumentando hasta llegar a un punto de no retorno en el cual la expulsión de semen ya no se puede parar. Si se llega a ese punto, por mucho que no se quiera, sucederá. Así que la solución es no llegar a ese punto. Con la masturbación se puede conocer el propio placer para identificar ese momento y no llegar a él. Una vez se identifica, se baja la intensidad para luego volverla a subir, bajar, subir en un juego erótico que culmine, cuando ya uno se deja llevar, con traspasar esa frontera que lleva al clímax.

La eyaculación se produce tras un tiempo de estimulación en la que el placer y la tensión acumulada van aumentando hasta llegar a un punto de no retorno en el cual la expulsión de semen ya no se puede parar.

Una opción que se puede aplicar es la compresión. Cuando se esté a punto de eyacular, apretar la cabeza del pene durante 3 o 4 segundos. También puede hacerse comprimiendo la base del miembro. En este caso se puede realizar la presión mientras se está penetrando, teniendo la prudencia de que la pareja no se mueva durante esos segundos para que no haya estimulación en el momento de la compresión. Tiene que causar una sensación un poco incómoda pero no dolorosa. De esta manera se baja unos puntos el nivel de excitación.

Durante el propio encuentro se pueden aplicar algunos trucos como buscar posturas que no sean las más intensas para el placer del hombre. Por ejemplo, con la pareja arriba es una de ellas, ya que se controla menos el movimiento.

¿Y si me he corrido demasiado rápido?

Si con “demasiado rápido” quieres decir que tu acompañante no ha llegado a su clímax mientras que tú sí, quiero recordar que el sexo no se acaba con la eyaculación. Puede que tengas tu momento de bajón post orgasmo, pero luego podéis seguir. Las manos, la boca, algún juguete sexual pueden ser muy buenas herramientas de juego. No todo empieza y finaliza en el pene.

Es más, si tu preocupación es que vas demasiado rápido puedes precisamente dejarte llevar y correrte cuando sea tu momento. Eso sí, luego sigue con tu pareja. De esta manera, puede que te quites ese tipo de pensamientos de la cabeza y logres disfrutar más. En el sexo, cualquier cosa que intrusivamente se nos instala en la mente dificulta el placer.

En definitiva, hay dos cosas importantes en todo esto del durar. Primera, entender que cualquier obsesión (durar más y más puede ser una) no va a ayudar y, segunda, que la satisfacción sexual no se mide en minutos.

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