Sexo bajo el agua: do’s y dont’s
Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.
El sexo puede practicarse en tantos sitios como lugares sean legales (vamos a ser buenxs, tampoco hay que pasarse). A algunas personas les gustará más experimentar dentro de su entorno habitual y habrá otras que necesiten innovar probando otros sitios fuera de su zona de confort. Ambas alternativas son totalmente válidas.
Hay infinitos lugares donde tener sexo pero en este artículo nos vamos a centrar en el sexo submarino, el sexo bajo el agua, el sexo acuático… (se aceptan propuestas para más sinónimos).
Practicar sexo en el agua en un barco en alta mar, en una playa en la que no hay nadie (o sí), en la piscina de tu casa o en un jacuzzi en una fiesta puede ser la fantasía sexual de muchos pero quien lo haya probado, sabe que no es tan fácil como parece y es que si no se hace de la forma adecuada, puede acarrear consecuencias.
Así que hoy vamos a hablar de unos cuantos tips para que tu fantasía de tener sexo bajo el agua siga siendo excitante para tu mente y no un mal recuerdo.
¿Qué debemos saber antes de practicar sexo bajo el agua? ¡Pues allá vamos!
- Puede parecer que al estar bajo el agua, todo está mojadito y por lo tanto, la cosa resbala, peeeeeero no es así. El agua eliminará la lubricación que produce la vagina de forma natural por la excitación y nos complicará un poco la fluidez del acto. Digamos que, en este contexto, el agua seca (suena raro pero sí). Entonces, ¿Qué hacemos? Pues bien, don’t worry porque tiene solución, como casi todo en la vida: comprar un lubricante especialmente preparado para relaciones sexuales en el agua.
- Otro falso mito que hemos escuchado en muchas ocasiones es el de que “bajo el agua es más difícil contraer una enfermedad de transmisión sexual. Es mentira. Debemos emplear preservativo aunque estemos en una piscina, en la playa o donde sea. ¿Cómo usamos el preservativo de forma adecuada en el medio acuático? Pues principalmente, colocándolo una vez el pene esté erecto y antes de entrar en el agua para evitar que se rompa y de paso, hacernos el trabajo más fácil, porque hacer peripecias para ponerse un preservativo debajo del agua es totalmente innecesario pudiéndolo hacer fuera, seamos francos. ¡Ah! Y cuidado con el lubricante que empleamos, ya que, los que son de base aceite dañan el látex (¿Y de qué material están hechos la mayoría de los preservativos? ¡Sí, de látex!).¡Ah, hablando de preservativos! Por favor, usemos solo los que están homologados por las autoridades sanitarias. Nada de reutilizar preservativos o emplearlos únicamente para el momento de la eyaculación. No nos olvidemos de que hay embarazos no deseados que vinieron después de las frases “yo te aviso”, “acabo fuera”, “yo controlo”… Evitemos disgustos siendo responsables para no arrepentirnos después.
- Otra cosita con la que debemos ir con cuidado es con lo mucho que nos emocionamos teniendo relaciones sexuales bajo el agua (y fuera del agua también, para qué nos vamos a engañar). ¿Por qué mencionamos esto? Muy sencillo: el momento de éxtasis, de excitación, de placer, de muchas ganas y otras tantas cosas que ya se sabe que suceden durante el sexo, puede hacerte ignorar u omitir ciertas sensaciones de dolor, de una incómoda fricción, escozor, ardor, irritación… pero te aseguro que después te vas a acordar. Es por esto que bajo el agua debes estar más atentx que nunca a tu cuerpo, por si sientes alguna molestia, que necesitas más lubricación o incluso que debes parar la relación sexual para seguirla fuera.
- Ahora hablemos del cloro, de la sal y de las bacterias que hay en el agua. Las relaciones sexuales submarinas dan lugar a un crecimiento de gérmenes que fuera de este entorno no tiene lugar de la misma forma, porque no olvidemos que estamos exponiendo nuestro cuerpo a un medio contaminadísimo. El agua parece más limpia de lo que está, esto lo que puede crearnos una falsa sensación de confianza y acabar provocándonos infecciones urinarias, problemas de hongos… En fin, que no es tan bonito como parece.
- Antes hemos mencionado que la excitación del momento puede hacer que no prestemos atención a los ardores e irritaciones como consecuencia de tener sexo en el agua pero hay otra cosa que, por despiste, también nos puede acarrear problemas y esta es… La colocación del preservativo. Ya de por sí es difícil controlar lo que pasa por ahí abajo cuando estás en la cama porque estás centradx en otras cosas (que ya está bien, eh), pues multiplícalo cuando se trata de estar bajo el agua. Entre colocarse, lubricar bien, pillar el tranquillo a moverse en este medio… pues no damos para todo y luego pasa lo que pasa. Para evitar disgustos y problemas, es importante ir comprobando que el preservativo está colocado, que no está roto y que por ahí abajo todo está Y una vez hecha la comprobación, a seguir con la faena.
Con tantas cosas malas va a parecer que no queremos que tengas sexo bajo el agua pero que quede claro que no, que lo que pretendemos es que puedas disfrutar de unas relaciones sexuales lo más SANAS y satisfactorias posible.
Así que ya sabes, si quieres tener sexo acuático: preservativo, lubricantes especiales para el agua, prestar atención a tus sensaciones corporales y delicadeza, que es más complicado de lo que parece.
¡A disfrutar del verano!
Responder o hacer una pregunta
2 comentarios
julio 2, 2021 7:14 pm
Como siempre, todo genial explicado, me ha encantado leer esto, había cosas que no sabía, ahora sí! ☺
julio 9, 2021 4:08 pm
¡Hola! Gracias por tu comentario Emma 💖