Lencería y su impacto en tu vida sexual

La lencería aparte de ser una cosa súper atractiva y divertida, tiene varios beneficios para mejorar tu vida sexual. El sexo es una práctica en la que hay que innovar, juguetear y probar cosas nuevas y la lencería puede ser un complemento perfecto para hacerlo.

¿Sesión 54 Bizarrap?

El sexo funciona un poco como esos temazos que quemamos en una semana y al mes siguiente no podemos ni escuchar; por mucho que nos guste una práctica la podemos terminar quemando (literalmente). ¡Ojo!, que no estoy afirmando que haya prácticas que puedan ser un clásico en nuestras relaciones sexuales, estoy hablando de innovar 😉

Y es que cada vez que interactuamos con cualquier estímulo que nos atrae (ya sea nuestra pareja sexual o el apoyabrazos del sofá) estamos modificando el deseo que este nos suscita hasta tal punto, que lo llegamos a aumentar o reducir. Por tanto, no podemos esperar que siempre sea lo mismo.

Por eso mismo, es hiper necesario que tratemos de experimentar y probar nuevas cositas que le aporten ese aire fresco. La lencería puede ser una de ellas ya que puede ayudarnos a crear un contexto que nos predisponga a:

• Expresar nuestras fantasías y deseos a nuestra pareja
• Activar nuevos objetos de deseo
• Exponernos a nuestra desnudez con esa persona
• Trabajar la intimidad
• Aumentar el deseo sexual

Más allá de los genitales

No sé si ya lo sabías, pero al contrario de lo que te han dicho la sexualidad no se encuentra en tus genitales, podemos mantener relaciones sexuales a través de los órganos reproductivos, pero nuestro deseo no surge de ahí.

Por eso es taaaan importante no centrarnos solamente en la genitalidad e ir más allá para hacer nuestras interacciones sexuales mucho más placenteras. Para ayudarte a hacer más grande tu repertorio erótico y que seas un pelín más disfrutón, a continuación, comento algunas técnicas que pueden ayudarte:

Tacto → Para aumentar el placer a través de este sentido, podemos recurrir a la confiable técnica de los masajes con aceites, cremas y lubricantes que suavizan la piel y tienen olores agradables que nos dan gustito, una opción clásica pero muy efectiva. También podemos probar diferentes texturas jugando con nuestra lencería y sábanas:

• Escoger telas suavecitas y cómodas como el algodón o la seda
• Dar lugar a la imaginación: Jugar con las transparencias de la lencería puede aumentar el deseo de forma significativa y además ayudarnos a fantasear
• Utilizar diferentes estilos: ligas, corsé, pantalones translúcidos, arnés (puede ser muy divertido y ayudarnos a crear diferentes roles)
• Complicar las cosas: Resulta útil complicar las cosas de vez en cuando. Esto puede lograrse buscando lencería con elementos como nudos, cintas y ganchos que hagan más difícil quitarlas, creando un jugueteo que aumente la excitación.

Focalización sensorial: Te ayudará a tomar conciencia de las partes de tu cuerpo que te producen más placer y eliminar posibles presiones por no excitarte y descubrir nuevas sensaciones. La puedes practicar por tu cuenta o con tu pareja y consiste en:

1. Planteamos un escenario en el que estemos cómodos (perfumando nuestra habitación, poniendo nuestra playlist favorita, nos ponemos nuestra lencería favorita, velas…lo que a ti te guste y te apetezca)
2. Si la vamos a realizar en pareja debemos decidir quién será el que da y quien recibe. Si, por el contrario, la vas a realizar en solitario es recomendable jugar con las fantasías para disfrutar la experiencia muchísimo más.
3. La persona que va a recibir se tumbará o adoptará una postura en la que se sienta cómoda, cerrará los ojos y se intentará relajar. La persona que da, tiene un margen de 20/30 minutos donde podrá besar, acariciar, lamer el cuerpo donde le apetezca (excluyendo genitales y posiblemente en silencio)
4. Mientras, la otra persona se concentra en disfrutar y se focaliza en las sensaciones que está recibiendo su cuerpo. Punto importante: la persona que da no debe centrarse en lo que le gusta a su pareja, debe dar donde le gusta dar. (Si la persona que está recibiendo no se siente incómoda se debe verbalizar)
5. Cuando haya terminado el turno, se cambian los roles. Al final de esta práctica viene la parte más importante: comentar con tu pareja qué te ha gustado más y qué menos, si estuvisteis cómodos o qué sentisteis.

Es una técnica que se utiliza en terapia, por tanto, si tienes alguna duda, si sientes que tus relaciones sexuales no son placenteras o existe algún tipo de malestar relacionado con esto, no dudes en comentarlo con un profesional especializado en psicología y sexología.

Y recuerda, al igual que con absolutamente todo es extremadamente esencial tener una comunicación abierta y sincera con nuestra pareja y experimentar juntos y por separado para tener relaciones cómodas, placenteras y agradables. 🙂

Julia Moreno.