Historia erótica “Hotel Delicias” 9 – Rouze x Easytoys

Hotel Delicias

Episodio 9: “Noche de cita”

Entonces…, un espresso doble para Greg. Este verano la demanda es máxima, el Hotel Delicias está lleno casi todos los días. Y eso se refleja en las cifras de ventas. Están muy por encima de las previsiones que Greg había preparado cuidadosamente para este trimestre. Hoy, en la pequeña habitación detrás de la recepción, está ocupado con las cuentas. Una tarea importante para la que seguro que le vendrá bien un buen trago de cafeína.

“Toma, para concentrarte.” Indie le pone el café delante.

Él sonríe y le muestra perfecta y blanca dentadura mientras la mira alegremente. “Estamos que nos salimos, Indie. Puedes sentirte muy orgullosa.” El corazón de Indie da un respingo. Sabía que lo estaban haciendo bien, pero oír este piropo de boca de Greg hace que suba a lo más alto. Nunca pensó que el hotel boutique tendría tanto éxito en tan poco tiempo, o por lo menos no se había atrevido a esperarlo. Todo ha sido gracias a sus propios esfuerzos y a los de sus chicos. Y entre todos, Greg, no es menos importante.

Cuando Indie se da la vuelta para seguir con sus tareas, oye a Greg pronunciar su nombre con cierta prudencia.

“¿Sí?” pregunta Indie.

“Yo, ehhh, quería decirte algo”, dice Greg. “O bueno. En realidad, también quería preguntarte algo”.

Indie le mira con gracia.

“Puedes preguntarme lo que quieras, Greg”, responde con curiosidad.

Greg entorna los ojos. ¿Está nervioso o será que lo parece?

“Sé que apenas hemos hablado desde entonces”, empieza. “Me refiero a después de que estuvimos juntos en el gazebo. Pero quiero que sepas que… que lo que dije allí lo dije en serio. Creo que eres especial, Indie. Yo…” Vuelve a entornar los ojos.

Ella le mira como si no le conociera. Pero. ¿hasta qué punto le conoce realmente? Siempre parece mantener las distancias. Y puede que Indie haga lo mismo con él.

“Me encantaría llevarte a una cita de verdad algún día”, continúa. Su tono es notablemente suave. “Nosotros dos. Juntos. ¿Te parece bien?”

A Indie le sorprende su franqueza. Su vulnerabilidad. Sí, claro, después de su comentario en el gazebo, cuando tras el sexo dijo que quería que Indie fuera solo suya, ella se había preguntado a menudo qué había querido decir con eso. Pero no se había atrevido a preguntárselo. Y además, también había habido otras muchas distracciones…

“Vaya, Greg. Estoy algo sorprendida, pero… sí, me gustaría eso también… tener una cita… contigo.” Ve aparecer el alivio en el rostro de Greg. Sus labios se curvan en una sonrisa confiada. Vuelve a ser el de siempre. Acuerdan salir el domingo por la noche. A las ocho.

Indie está deseando acabar la semana con Greg. Se verán dentro de una hora. Se mete en la ducha y se enjabona con su gel favorito, que huele a naranja y bergamota. Después se pasa la cuchilla varias veces por las piernas, hasta que quedan suaves y sedosas. A continuación, acerca la cuchilla a su zona más íntima. Le gusta estar completamente tersa. Cuando termina, le pasa brevemente los dedos por la zona. Pronto será Greg quien la tocará por allí. Al menos, eso espera. ¡Una cita con Greg! Está emocionada. Y un poco nerviosa. Se pone un vestido de verano amarillo ocre, corto, juguetón y sexy, con botines negros. Se pinta los ojos con un lápiz negro. Se mira por última vez en el espejo. Sí. ¡Está estupenda!

“Te veo esta noche, en la habitación 9”, le había escrito Greg esta tarde. Una cita en su propio hotel… Hmm, no estaba segura de que le pareciera romántico… Aunque la habitación 9 es su favorita, con esa preciosa chaise longue roja. Pero los ambiguos sentimientos de Indie sobre la cita en el hotel se desvanecen como la nieve al sol cuando abre la puerta de la habitación al sonar las ocho de la tarde. Guauuu… ha puesto velas por todas partes y… ¡ohhhh!

¡Incluso la cama está decorada con pétalos de rosa!

Ah, sólo puede ser una persona. Greg está guapísimo. Una camisa blanca, unos buenos vaqueros. Le da un beso en la mejilla. Ella huele su colonia. Un olor que siempre le da escalofríos. Entonces ve un carrito del servicio de habitaciones completamente cargado a su lado. “Le he dicho a Anthony que si nos podía preparar algo especial. Algo que no tengamos en el menú”, dice Greg orgullosamente. Mientras Indie se sienta en la chaise longue, Greg le sirve una copa de champán. “Salud, Indie. Por ti. No. Por nosotros”. Se sienta a su lado, mirándola con sus hermosos ojos. Unos ojos que normalmente hacen arder a Indie. Pero por mucho que anhelaba este momento… no consigue relajarse del todo. ¿Qué es lo que realmente quiere de ella? ¿Y qué quiere decir con… “Salud… por nosotros”? Bebe otro sorbo. No es el momento de agobiarse. Y él se lo ha currado de verdad. Mmm, otro sorbo. Las burbujas la ayudan a relajarse.

Empieza a moverse un poco. El vestido se le sube aún más. Intenta bajárselo. Sonriendo con picardía, Greg le observa las piernas. Luego le acaricia con una mano un mechón de pelo detrás de la oreja, mientras le pone delicadamente la otra mano en el muslo. Una sacudida recorre su cuerpo. La atracción entre ella y Greg no ha desaparecido. Al contrario. Su respiración se acelera y, como si nada, abre un poco las piernas. Entonces él deja que su mano se deslice más arriba.

“Eres tan bonita, Indie…. Te deseo”, dice con voz ronca. “Y no sólo esto. Quiero conocerte mejor”.

Después Greg se arrodilla en el suelo, entre sus piernas, que él abre aún más con suavidad, mientras Indie se sube aún más el vestido. Y por fin, le toca el coño con una mano… Sus bragas están húmedas de la excitación. Con la otra mano, le acaricia el interior del muslo. Ella siente que su cuerpo se rinde ante sus manos cuando él le quita las bragas y… ¡ahhhhh! le toca el clítoris con la lengua y le separa los labios con los dedos. Oh, sí… ahora le mete un dedo en el coño. Mmmmm, esto sienta bien… esto sienta tan… tan… bien.

Con las manos, Indie acerca aún más la cabeza de Greg a la parte inferior de su cuerpo. Unas sacudidas eléctricas recorren su chocho, las lamidas de Greg parecen aún más intensas que las de otras veces. Son las palabras que acaba de decirle, la forma en que parece abrirse más a ella. Y joder, sí, es TAMBIÉN la forma en que la lame, cachonda y salvaje como ella está acostumbrada, pero esta vez también suave y romántica, en esta habitación llena de velas parpadeantes. Su lengua y sus dedos se mueven cada vez más rápido, y ella le sigue el ritmo. Con grandes oleadas, la excitación se apodera de su cuerpo. Empieza a temblar bajo sus caricias, cada vez más bruscamente y …. ahh ¡sí! Allá va.

Cuando abre los ojos, ve a Greg mirándola con ternura. Está guapísimo a la cálida luz de las velas. Entonces la besa. Su lengua sabe salada y ligeramente dulce. El escalofrío se apodera de ella. ¿Ha llegado el momento de derribar su muro por él?

La serie “Hotel Delicias” es una producción de la plataforma de audio erótico Rouze. Aviva tu imaginación y escucha (o lee) las historias en www.rouze.me. Esta serie fue creada en colaboración con Easytoys.

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