El malentendido de la dependencia emocional

Utilizamos mucho el concepto “dependencia emocional” casi siempre para expresar ese malestar que produce sentir necesidad de que esa persona esté en nuestra vida, porque sin ella no somos felices o las cosas dejan de tener sentido.

Y está bien porque poner nombre a las cosas nos puede ayudar a identificar problemáticas que interfieren en nuestro bienestar. El problema realmente está cuando lo usamos para cosas que no tienen nada que ver o hacemos nuestra esa etiqueta.

Últimamente parece que para ser una persona “chula” tienes que ser la más independiente, necesitar lo mínimo el cariño de los demás y ojo con sentir que alguien es tu mayor apoyo, eso no se puede permitir. No podemos sentir miedo a perder a las personas porque eso nos hace dependientes y hoy en día nadie necesita de nadie para ser feliz. Así sonamos, qué mal.

El miedo a necesitarnos

Se habla de la dependencia emocional como si de una enfermedad se tratase, y todos nos hemos visto con el miedo de crear vínculos basados en la necesidad.

Quizá el malentendido de este concepto radica en el discurso del individualismo como forma de vida. Entre esto y nuestro amigo Mr Wonderful se nos queda un panorama tal que así “Encuentra tu felicidad trabajando en ti mismo”, “La felicidad está dentro de ti”, “Los problemas los solucionas tú solo” “Todo empieza dentro de ti”. “Si te tienes a ti nada te falta” Y esto no es del todo cierto, somos personas interdependientes and I think that´s beautiful. Claro que tú tienes el poder y la capacidad de decidir avanzar y buscar tu bienestar, pero no todo depende de ti. En tu vida entran en juego muchas cositas, tus estudios, el trabajo, tus relaciones, tu situación económica y un largo etcétera.

El problema de las etiquetas

Las etiquetas nos guían, pero no explican absolutamente nada. No estás apático porque tengas dependencia emocional. No eres adicto a nadie. La dependencia no se tiene, las conductas no se “tienen” como si fuesen una enfermedad. Si interiorizamos esta forma de comportarnos, le estamos dando demasiado poder a esa etiqueta que en principio tenía la función de aclararnos un poco como nos sentíamos.

Pero de todas formas, decir que sentimos que necesitamos a esa persona no nos da ninguna clave para avanzar o salir de ahí. Debemos buscar qué función tenía persona en nuestra vida, cómo hemos llegado a sentir que si esa persona no está no nos queda nada.

Si sientes que te encuentras ante una dinámica así no hagas tuya esa etiqueta, trabaja para dejar de sentir ese malestar poco a poco.

CLAVES PARA EVITAR LA “DEPENDENCIA EMOCIONAL”

–Cimentar bien las bases por las que nos sostenemos, como si fuésemos literalmente una mesa. Nuestra fuente de bienestar no puede encontrarse solo en un sitio.

-Aprender a disfrutar de nuestra soledad sin caer en la evitación y el escape. Por ejemplo, si un día decidimos quedarnos en casa para estar con nosotros mismos vamos a evitar interactuar con nadie. Vamos a pensar en algo que nos guste hacer, que nos ayude a disfrutar de nosotros mismos.

-Trabajar nuestra individualidad. Igual nos encanta salir a correr con nuestra pareja, pero también podemos probar a hacerlo solos. Es algo que disfrutamos más  haciendo con esa persona, pero no debe perder el sentido si esa persona no está. Haz o encuentra cosas que te llenen de ilusión, crea nuevas fuentes de placer.

-Tener presente que por trabajar nuestro propio espacio personal no tenemos por qué estar descuidando a nadie.

-Contempla la posibilidad de acudir a terapia psicológica, siempre con evidencia científica porfi 🙂

NO TIENE POR QUÉ SER DEPENDENCIA EMOCIONAL:

• Que una persona sea tu mayor apoyo.
• Tener miedo de perder a alguien
• Tener ganas de ver a alguien a todas horas.
• Hablar a todas horas con esa persona.

SÍ PUEDE SER DEPENDENCIA EMOCIONAL:

( y recuerda que esto solo es una etiqueta que nos guía no te define como persona ni nada )

• Seguir en una relación por miedo a quedarnos solos o porque tenemos la sensación de que no hay bienestar más allá de eso.
• Sentir miedo y ansiedad al pensar en que debemos marcharnos.
• Pensar que sin esa persona no tenemos el mismo valor como personas.

RED FLAGS:

Algo que nos engancha muchísimo y que puede ser un factor facilitador de la dependencia emocional es la intermitencia. Dentro de las dinámicas de dependencia emocional esta es la estrella.

¿Te suena eso de que una persona te hable a veces sí y otras no? Eso se llama refuerzo intermitente y tiene un poder casi mágico. El “a veces sí, a veces no tanto “porque cuando una persona se va pero siempre acaba volviendo, ¿Quién te convence a ti de que está vez no hará lo mismo? Y así siempre estás en un estado de incertidumbre y de alerta (siempre estando pendiente )con el que es muy difícil hacer tu propio camino.

Quédate con quien te deje las cosas claras, no te maree y sobre todo te quiera bien.

Y recuerda, vive  tus relaciones al máximo sin miedo y sin culpas.

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