El consultorio sexual de Arola – abril 2022 (1)

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Escrito por nuestra sexóloga Arola Poch

Consulta 1: Buenas, soy hombre, con pareja (mujer). Me gusta vestirme de mujer, lencería, tacones, etc. y me siento muy sexy cuando lo uso. Sin embargo, aunque me considere hetero (porque no me gustan los hombres), sí que me flipa en ocasiones tener sexo con alguno y sentirme sumisa y utilizada. Por lo que a veces no comprendo mucho mi gusto.

Vamos a dejar de lado la etiqueta de heterosexual, ¿te parece? Porque las etiquetas están bien para definir realidades pero a veces se nos quedan pequeñas y no nos ayudan, sino que limitan. En este caso parece que es así.

Vamos a centrarnos en los gustos que comentas. Primero hay que aclarar lo que es la expresión del género, que no tiene nada que ver con la orientación sexual. Por lo que dices, te gusta vestirte de mujer y te sientes sexy mostrando tu lado femenino. Eso es simplemente una forma que tienes de expresar tu identidad, que, como digo, nada tiene que ver con que luego te atraigan hombres o mujeres. A esta práctica de vestirse con ropa del género contrario (si es que la ropa tiene género, pero ese es otro debate) se llama crossdressing.

Por otro lado, te atrae un determinado rol en los encuentros eróticos con intercambio de poder. En ese caso, la atracción parece estar más vinculada a los roles que se adoptan: el de sumiso y el de dominante. Este rol sumiso tuyo aparece junto con tu lado femenino, si no lo he entendido mal. Puede que haya una asociación entre lo femenino con lo obediente y lo masculino con el poder (aclaro que no digo que tengas una visión machista, sino que inconscientemente se pueda hacer esa asociación, algo comprensible por la cultura en la que vivimos). Al sacar tu yo femenino, que te hace sentir sexy, se potencian y erotizan estos roles en los encuentros eróticos.

Luego, en otras facetas (la vida diaria o en otro tipo de relaciones sexuales) puede que no te atraigan los hombres ni esos roles. Y es que nuestra escena erótica, aquello que nos da morbo, podemos considerarlo una parcela aparte. Es nuestro momento de desconexión, de jugar, de dejarnos llevar. Hagámoslo de la forma que más nos satisfaga.

Consulta 2: Hola, Arola. Hace algún tiempo soñé a mi esposa en brazos de otro y me pareció muy excitante. Ahora no me quito la idea de verla teniendo sexo con otro(s). ¿Está bien? ¿Debo decírselo?

Ese sueño que describes es un juego erótico de algunas parejas y se denomina cuckolding. Es una fantasía relativamente habitual en parejas heterosexuales y una práctica que algunas llevan a cabo.

Hago esta distinción entre fantasía y conducta porque es importante tener claro que son cosas diferentes. La fantasía es algo que está en la mente que excita y que a lo mejor queremos llevar a cabo o no. Porque en la realidad, a diferencia de en la fantasía, hay unos códigos y unos condicionantes que están ahí. Que tu sueño se quede en fantasía o pase a conducta es algo que solo vosotros podéis acordar.

Sobre la cuestión de si está bien, primero aclarar que los sueños, sueños son. Están en ese plano de la fantasía y yo no los interpreto como deseos reprimidos. Simplemente son ideas que nos vienen a la cabeza en un momento en que nuestro cerebro más racional está dormido. En ese plano de la fantasía prácticamente todo está bien. Dejemos que nuestra imaginación vuele sin ponerle límites.

Si decidís llevarla a cabo, sois vosotros quienes podéis decir si está bien o mal según vuestro propio criterio. Por si os ayuda, bajo mi punto de vista, si algo os gusta a ambas personas, no hace daño a nadie, os sentís a gusto los dos, disfrutáis con ello, os hace sentir bien y a lo mejor incluso os hace ganar en complicidad y conexión, pienso que está bien.

Decírselo o no depende de lo que quieras hacer, de vuestra relación, de la comunicación que tengáis y otras cuestiones. Si la fantasía pasa a deseo, es decir, te gustaría llevarla a cabo, entonces sí que, obviamente, debes decírselo a tu mujer. Si no quieres hacerlo, entonces puedes decidir compartirlo como fantasía que pueda ser excitante en vuestros encuentros sexuales o quedártelo para ti. En pareja también tenemos nuestras parcelas de intimidad.

En el caso de que decidas contárselo, primero deberás saber si ella puede entender esa fantasía o si le puede sentar mal. En función de vuestra educación y de que tengáis ideas más o menos flexibles sobre cómo son las relaciones de pareja puede ser más conveniente decirlo o no. También habrá que saber si habláis normalmente de sexo, si tenéis una comunicación fluida. Eso, sin duda, ayudará a que puedas contarle esta fantasía.

Arola Poch

Sexóloga

Arola Poch es psicóloga y sexóloga. Licenciada en Comunicación Audiovisual. Es experta en fetichismos y sexualidades no normativas. Imparte talleres de educación sexual para jóvenes y adultos, es profesora universitaria, tiene consulta de sexología y parejas. Cuenta con dos libros publicados “Las cosas claras” y “Lo normal es ser raro”. Colabora con frecuencia en medios de comunicación, entre otros, desde hace cinco años está semanalmente en Radio Nacional de España.

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