¿Cómo mantener la chispa en pareja?

Elizabeth Clapés

 

Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.

Al iniciar una relación, todo es maravilloso: idealizamos a la otra persona, sentimos maripositas en el estómago, tenemos ganas de intimar constantemente, sonreímos mirando la pantalla del móvil…

Pero… ¿Qué pasa cuando pasan los años? Que la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye, nos damos cuenta de que la otra persona no es perfecta y dejamos de sentir esa “ilusión” del principio. Empiezan las decepciones y hablamos con nuestrxs amigxs de que “ya no es como antes”.

Este es momento es clave, porque de cómo gestionemos esa faceta, dependerá el resto de la relación. Es evidente que, antes de nada, nos debemos asegurar de si queremos a la persona que tenemos al lado o no. En muchas ocasiones, al conocer a alguien en profundidad, perdemos el interés en seguir con esa persona y está bien, no pasa nada. En ese caso debemos romper. Sin embargo, en otras tantas ocasiones, lo que sucede es que ya no sentimos lo mismo que al principio y lo traducimos como “desenamoramiento”.

Cuando conocemos a alguien que nos gusta, empezamos por la fase de “atracción”, momento en el cual el deseo sexual es muy elevado y las ganas de estar con esa persona están a tope. Si esta faceta sale bien, nos encontraremos con la del “enamoramiento”, en la que nuestra pareja se convierte en una droga para nosotros: queremos estar siempre con esa persona y lo que sentimos es tan intenso que nos mantiene en un estado de felicidad eufórica constante. Esta fase tan intensa puede durar hasta tres años, pero a partir del primero, las hormonas empiezan a ponerse en su sitio.

Después de estas dos facetas de “subidón”, vamos conociendo a la persona. En este momento, empiezan los problemas y es que, si no hemos establecido una buena base sobre la que construir durante los últimos tres años, la relación puede empezar a tambalear.

Por una parte, sucede que el estar con esa persona nos haga sentir a salvo, como si fuese nuestro hogar. Si aprendemos a sobrellevar esta fase, podemos conseguir construir una relación estable, sana y duradera, pero de ello también dependerán los primeros ladrillos que pusimos. Pueden empezar a aflorar esas cosas que parecían pequeñas pero que, con el paso del tiempo, nos han ido quemando.

¿Qué podemos hacer para trabajar en nuestra relación y que sea sana? Ahora vamos a presentar algunas de las cosas que podemos hacer o evitar hacer para que una relación caiga en el deterioro.

¡La comunicación es la base de todo!

Suena muy simple, lo sé. Todo el mundo lo dice y estamos hartxs de escucharlo, pero es fundamental.

  • Evita hablar desde el odio, aunque sea algo que llevas guardándote mucho tiempo. Retírate, cálmate y luego vuelve para hablar cuando puedas. La venganza y el querer hacer daño no pueden tener cabida en una relación de pareja. Sigue empleando palabras como “cariño” cuando discutís.
  • Si estás muy molestx, escribe todo lo que le dirías a tu pareja, pero no se lo mandes. Cuando estés más calmadx, léetelo otra vez y plantéate si realmente quieres enviarle ese mensaje o decirle esas cosas. Valora la opción de usar palabras más asertivas.
  • Nada de insultos, está terminantemente prohibido desahogarte con tu pareja.
  • Comunícale lo que te molesta en el momento, no esperes a que se acumulen diez problemas para hablarle del número uno.
Cuando discutís, tenéis una misión individual: negociar y evitar hacerle daño al otro.

La rutina: 2 contra 1

Aunque nuestras vidas sean rutinarias, siempre podemos hacer pequeñas cositas que hagan que el día tenga toques de alegría. Ahí van algunos ejemplos:

  • En alguna parte de la casa, déjale una notita recordándole tu amor por él/ella, lo que lx admiras, lo preciosx que estaba con lo que llevaba puesto…
  • Seguid enviándoos mensajes subidos de tono, aunque viváis juntos. Aprovechad cuando unx de lxs dos está en el trabajo, haciendo la compra o en cualquier lugar fuera de casa.
  • Dedicaros un rato a vosotrxs: ya sea preparar una cita, ir a un spa, daros un masaje mutuamente, ir a hacer una excursión… Lo que sea, pero no descuidéis el tiempo en pareja, es importante que sigáis teniendo tiempo para vosotrxs.
  • Jugad, os tenéis que divertir juntos: hay infinidad de juegos de mesa a los que podéis jugar dos personas, probad hacer escape rooms, id al cine, a la bolera, a los karts… Pasad tiempo de calidad juntos.

Y, para romper con la rutina a nivel sexual…

    • Masajes eróticos
    • Ropa interior vibradora, como por ejemplo el Tanga Vibrador de Pantyrebel, vosotrxs elegís quién se pone el tanga y quién tiene el control remoto. Una buena idea es ponérselo durante una cena (de pareja o con amigxs, como veáis).
¡Ah, sí! Con el código ELI20, tenéis un 20% de descuento en productos no rebajados.
  • Crear fantasías eróticas juntos, ya sea por escrito o mientras tenéis relaciones sexuales.
  • Ver películas eróticas juntxs: puede ser muy excitante y dar lugar a nuevas ideas y posturas para practicar entre vosotrxs.
  • Masturbaros delante de vuestra pareja. Podéis hacerlo manualmente o con juguetes sexuales que os echen un cable, por ejemplo:
    • Las personas con vulva podéis emplear el Vibrador de Punto G Yuki. Es una opción estupenda ya que estimula el clítoris y el punto G a la vez.
    • Para las personas con pene, una muy buena opción es el FPPR, porque, según el que elijas, simula una vagina, una boca o un ano. Además, también los podéis emplear para masturbaros mutuamente o como complemento durante el sexo.
  • Juegos de rol: disfrazaros puede ser una divertida manera divertida de romper con la rutina. Hablad sobre lo que más os excite y buscad disfraces y/o complementos para el juego de rol.

¡Esperamos que os guste estos tips para romper con la rutina! Si quieres más, sigue atentx a nuestros artículos semanales porque seguiremos hablando de temas que pueden interesarte.

 

Elizabeth Clapés

Sexóloga

Soy Elizabeth Clapés, más conocida en redes sociales como Esmi por mi Instagram @esmipsicologa. Estudié psicología y actualmente estoy especializada en las relaciones de pareja (incluido rupturas) y la terapia sexual.

También te puede interesar

Responder o hacer una pregunta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Etiquetas

¡Síguenos!