¿Cómo afrontar la rutina en pareja?

Escrito por nuestra sexóloga Elizabeth Clapés.

Tener una relación de larga duración puede ser una experiencia maravillosa que nos brindará la oportunidad de compartir nuestras vidas con una persona a la que vamos a conocer casi plenamente (y ella a nosotrxs). Sin embargo, lo más probable es que no sea un camino de rosas y nos encontremos con multitud de obstáculos.

Cuando nos planteamos una relación larga, lo hacemos pensando en la confianza, la complicidad, la compañía, el cariño… Pero tarde o temprano, también aparece la palabra “monotonía”. Queremos a nuestra pareja, valoramos mucho la relación y nos preocupa acabar como hemos visto que han acabado muchas relaciones: haciendo siempre lo mismo y aburridos el uno del otro.

Ya no siento las mariposas del principio… ¿Eso es que no estoy enamorado/a? ¿Tengo que dejar a mi pareja?

Definitivamente, no. Esa sensación de “mariposas en el estómago” no es más que el “subidón” del principio. Es una etapa por la que pasan la mayoría de las parejas al inicio de conocerse, pero es normal y sano dejarla atrás para dar paso a la siguiente.

Etapas de las relaciones de pareja

Vamos a ver las etapas por las que suele pasar una relación de pareja para poder entender el concepto anterior y los que vendrán a continuación:

1. Enamoramiento: destacan el deseo y la pasión, surgen unas intensas ganas de estar con la otra persona.
2. Conocimiento: empezamos a mostrarnos tal y como somos, viendo la realidad del otro y no tanto la idealización que habíamos tenido hasta el momento.
3. Convivencia: decidimos construir una vida con nuestra pareja. Puede darse una disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales.
4. Autoafirmación: empiezan a surgir necesidades individuales, nos volvemos a centrar en nosotrxs mismxs tras haber estado mucho tiempo centradxs en la otra persona.
5. Crecimiento: la relación es más madura y estable, se recupera la ilusión por compartir la vida en común que se había planeado.
6. Adaptación: es un momento decisivo en el que se puede dar una consolidación o una ruptura, dependiendo de cómo se adapte la pareja a los cambios vitales.

No es estrictamente necesario que todas las relaciones cumplan estas etapas, pero pueden servir de orientación.

¿Identificas estas etapas en tu relación de pareja?

¿Es imposible tener una relación larga y con “chispa”?

No, no es imposible. En muchas ocasiones, asociamos el tener una relación larga a la pérdida de la pasión en la pareja como si fuese algo casi inevitable, pero no es así.

Por una parte, debemos comprender que las relaciones evolucionan y que es normal que la frecuencia de las relaciones sexuales también varíe. En muchas ocasiones será por factores externos (estrés, falta de tiempo, poca intimidad…), y en otras, por motivos internos (conflictos, falta de comunicación, distanciamiento…). Lo ideal sería que pudiésemos identificar el motivo por el cual se está dando dicho cambio para así trabajarlo respetando los ritmos normales de la relación y no presionándonos para que sea como era los primeros meses.

Por otra parte, cabe destacar que una relación de pareja no es algo que se inicia “y ya está”, no tiene por qué ir bien si no la cuidamos. Tendemos a olvidarnos y a dejar de lado aquello que ya hemos “conseguido”, pero la meta no es esa, no es “conseguir” una pareja, sino que la relación valga la pena.

En conclusión, diríamos que sí se puede tener una relación larga y con chispa, pero que para conseguir esto habrá que trabarla y cuidarla día a día.

¿Cómo evitamos caer en la rutina?

Ahora vamos a ver algunas recomendaciones para evitar la monotonía en nuestra relación de pareja:

• Alejémonos del clásico “la confianza da asco”, es importante seguir cuidándose y no permitir que la confianza nos haga creer que da igual lo que nos aseemos y acicalemos, “si total, nos va a querer igual”. No es necesario que vayamos de gala todos los días, pero sí que mantengamos una buena higiene personal.
• Sigamos teniendo citas especiales. Al iniciar una relación, es frecuente quedar para ir al cine, para cenar, pasear, bailar… El tiempo y la convivencia hacen que dejemos de lado estos momentos, como si llevar mucho con nuestra pareja o vivir con ella pudiera sustituir esos momentos de intimidad, pero no. Cuantos más años llevemos, más importante será buscar tener ratitos de calidad.
• Si en algún momento sentimos que las relaciones sexuales se están volviendo monótonas, probar juguetes o productos sexuales puede ser una buena forma de romper con la rutina.
• Los detalles fuera de fechas señaladas. El factor sorpresa juega un papel muy importante en el mantenimiento de la chispa en las relaciones, y por este motivo, ser detallista cuando la otra persona no se lo espera, puede contribuir de forma muy positiva al nivel de satisfacción en la pareja.
• Pequeñas salidas de la rutina. No es necesario hacer un gran viaje, podemos romper con la monotonía con pequeños detalles. Algunos ejemplos: ir a un spa, preparar una cena romántica, cocinar algo juntos, jugar a algún juego de mesa, hacernos un masaje, quedar con otra pareja, visitar un museo, hacer un plan de “peli y mantita” …
• Dedicar un espacio semanal a la comunicación de aquello que consideramos importante hablar para evitar que se acumule y traiga problemas más adelante.
• No perdamos la costumbre de decirle a nuestra pareja lo que hace bien y lo que nos gusta de ella, ya que con el tiempo parece que desarrollamos el “talento” de detectar todo lo malo y omitir todo lo bueno.
• En el caso de necesitarlo, podemos acudir a terapia de pareja. No debemos esperar a que la relación esté muy deteriorada para pedir ayuda profesional, ya que cuanto más esperemos, más difícil será recuperarse del bache.
• Divertirnos juntos es fundamental. nuestra pareja también puede ser un buen compañero o compañera para pasarlo bien, divertirnos no es algo que podamos hacer solo con nuestrxs amigxs. Hay multitud de juegos de mesa y actividades que podemos hacer siendo dos personas, aunque así de primeras no nos vengan a la cabeza. Aquí van algunas ideas para ayudaros: hacer un Escape Room, ir al cine, hacer un picnic en la playa, hacer una cata de vinos y quesos, leer juntos en voz alta, ir a ver un monólogo, asisitir a un taller de cerámica o de cocina, jugar a videojuegos, ir a un parque de atracciones, contratar a un fotógrafo para tener una bonita sesión de fotos juntxs…

Más allá de todos estos “tips”, podríamos decir que lo más necesario para que una relación larga no caiga en la monotonía es la comunicación y el trabajar en equipo para innovar y añadir cositas nuevas a nuestro día a día.

¡Esperamos que este artículo te haya ayudado y dado ideas nuevas!

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