¿Sequedad vaginal? Los mejores consejos para tratar la sequedad vaginal

Picazón, sensación de ardor, dolor e incluso pérdidas de sangre. Si alguna vez has tenido que lidiar con la sequedad vaginal, estos síntomas pueden resultarte familiares. Pero, ¿qué puedes hacer al respecto? Por suerte, existen suficientes soluciones para contrarrestar estos síntomas, ¡y tenemos algunos consejos útiles para combatir la sequedad vaginal!

Usa lubricantes

Los lubricantes son geles recomendables y agradables para el cuerpo que pueden ayudar a mantener la vagina húmeda. El uso de lubricantes puede resultar muy placentero, especialmente antes y durante las relaciones sexuales. Procura elegir un lubricante a base de agua, dado que se asemejan más a los propios fluidos del cuerpo. Aplica un poco tanto en el interior como en el exterior de tu vagina. Advertirás que funciona muy bien para deshacerte de las (dolorosas) molestias que puedas experimentar durante el acto sexual. ¿No estás segura de qué lubricante elegir? Consulta nuestro blog para aprender a escoger el lubricante adecuado.

Duchas vaginales y lubricantes

Si el lubricante no alcanza por sí mismo la profundidad suficiente, puedes ayudarte de una ducha vaginal. La ducha está compuesta por una pequeña bomba donde poner el lubricante. Introduce la boquilla en tu vagina y aprieta después la bomba para aplicar el gel. En caso de sequedad vaginal, también puedes usar lubricantes incluso si no vas a tener relaciones sexuales. ¡De esta forma podrás salir a correr, montar en bici o hacer ejercicio sin molestias!

«En caso de sequedad vaginal, también puedes usar lubricantes incluso si no vas a tener relaciones sexuales.»

Prolonga más los preliminares

Este consejo solo es aplicable cuando desea mantener relaciones sexuales. Por lo general, el cuerpo femenino necesita tiempo para excitarse y producir fluidos vaginales. Cuanto más duren los preliminares, más tiempo tendrá la vagina para humedecerse.

Pero no te limites únicamente a los juegos manuales. De hecho, en ocasiones, los fluidos creados durante este acto desaparecen. Podrías optar por un lenguaje algo más vulgar, un mini vibrador o el sexo oral para excitarte. También puedes probar con un masaje erótico. Por supuesto, los preliminares no tienen límite de tiempo. Continuad cuando os plazca o necesitéis para excitaros de verdad. Puedes hablar de todo esto con tu pareja. Sin duda entenderá los preliminares contribuyen a mejorar vuestra experiencia sexual en pareja.

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Tómate tu tiempo, relájate y descansa

Suele decirse que el cuerpo y la mente trabajan juntos, de la mano. El estrés puede influir en el valor del pH de tu vagina. La alteración del pH puede causar sequedad e incluso una desagradable infección vaginal. Intenta relajarte de verdad durante una semana y, si fuera necesario, tómate algún día libre, tanto del trabajo como de tus obligaciones. Date un baño, duerme hasta tarde o reserva un masaje. En resumen: déjate mimar.

«Intenta relajarte de verdad durante una semana y, si fuera necesario, tómate algún día libre, tanto del trabajo como de tus obligaciones.»

La relajación también resulta de gran ayuda en el dormitorio. Si tienes miedo de que tu vagina no produzca suficiente fluido durante las relaciones sexuales o que estas te resulten dolorosas, es probable que termine sucediendo. La tensión y el estrés también pueden provocar que los músculos internos y situados alrededor de la vagina se contraigan, lo que se traduce en relaciones más dolorosas. Procura controlar tus miedos y pronto notarás que el sexo empieza a ser mucho mejor y agradable que antes. También puedes probar el sexo tántrico lento.

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Evita ciertos productos

Algunos productos afectan a la cantidad de fluido y, a veces, incluso al valor del pH (acidez) de la vagina. Esto no solo resulta desagradable para ti, sino que también puede permitir que las bacterias campen a sus anchas en tu vagina, pudiendo ocasionar infecciones vaginales. Algunos ejemplos son productos para el cuidado de la salud diseñados específicamente para la vagina, tampones e incluso jabones.

«Un pH alterado en la vagina no solo resulta desagradable, sino que también puede permitir que las bacterias campen a sus anchas en tu vagina, pudiendo ocasionar infecciones vaginales».

El jabón altera el valor del pH, pudiendo incluso ocasionar sequedad en las membranas mucosas de la vagina; los tampones pueden absorber fácilmente una gran cantidad de líquido, por lo que deberías limitar su uso a los días de mayor flujo menstrual. Por último, queremos advertirte sobre los jabones de higiene íntima. Este producto sanitario, diseñado específicamente para limpiar la vagina, puede encontrarse en cualquier parte: farmacias o incluso en el supermercado. Ni te molestes en comprar este producto. El jabón siempre es jabón. En cambio, limítate a lavarte la vagina con agua tibia o templada. ¡Eso es más que suficiente!

Mantente sexualmente activa

Puedes pensar en tu vagina como en un motor diminuto. Si no lo usas con frecuencia, el aceite se seca y algunas piezas se oxidan. En otras palabras: «Si no lo usas, lo pierdes». Si eres sexualmente activa, tu cuerpo estará más familiarizado con la sensación de excitación y con la producción de fluidos vaginales.

Sin embargo, esto no significa que debas mantener relaciones sexuales diariamente o cuando no te apetezca. Con el tiempo, podrías intentar aumentar lentamente el número de veces que mantienes relaciones sexuales. Además, no es necesario implicar siempre a tu pareja. Una sesión en solitario solo con tus dedos puede ser suficiente para poner tu vagina ‘en funcionamiento’. ¡Hazlo tantas veces como desees y pronto notarás que las membranas mucosas de tu vagina también mejoran su funcionamiento!

«Una sesión en solitario solo con tus dedos puede ser suficiente para poner tu vagina ‘en funcionamiento'».

Visita al médico

Si has probado de todo, pero nada parece funcionar, puede que sea el momento de visitar al médico. Podría haber una explicación sencilla; un bajo nivel de estrógeno, por ejemplo, algo con lo que las mujeres se ven obligadas a lidiar, especialmente en la menopausia. Si ese fuera el caso, tu médico puede ayudarte recetándote una crema o pastillas de estrógeno, por ejemplo.

Pero incluso si la causa fuera otra, es probable que tu médico pueda ayudarte a averiguar qué te sucede. Podrías seguir preocupándote, pero ¿por qué hacerlo cuando el médico puede determinar mediante una simple conversación o un frotis por qué experimentas sequedad vaginal?

¿También has experimentado sequedad vaginal y deseas compartir tu experiencia con nosotros? ¡Deja un comentario a continuación!